Durante la presentación de Época de plagas, Gabriela Calvache recordó el instante en el que comenzó a escribir la historia. “Después de casi dos meses de encierro salí con mi hija. Me di cuenta de que habían crecido muchas plantas y, junto con las plantas, muchos insectos. Había mariposas, saltamontes, unas arañas cuadradas que no había visto nunca en mi vida”, relató.
Ese hallazgo comenta que fue la fuente para el filme. “Me di cuenta de que la plaga en realidad somos los seres humanos y que la tierra necesita muy poquito tiempo para recuperarse si nosotros no existiésemos”. Desde ahí imaginó una pandemia futura en la que las personas recuperan su animalidad para sobrevivir.
La directora contó que esta obra significó un giro en su trayectoria. “Época de plagas es una primera aproximación mía hacia el cine de género, que es un cine de terror distópico. Quería hacer una prueba de si puedo dirigir este tipo de películas o no, porque uno nunca sabe si va a ser capaz de hacerlo”. La respuesta llegó con reconocimientos en festivales y con un norte nuevo para su carrera. “Hace poquito acabamos de ganar el Festival de Cine Mórbido en México y esto para mí ha sido muy lindo, porque de alguna manera confirma que puedo avanzar hacia un largometraje de género”.
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Hoy trabaja en el guion de esa próxima película: “Es muy difícil hacer cine desde el Ecuador, pero queremos apostar por una historia que toque otros temas y que también suceda en un momento de apocalipsis futuro”. Parte de ese impulso proviene de lo que desea lograr ahora. “Me gustaría dirigir una segunda película que explore estas narrativas y que conecte con una audiencia un poco más amplia de la que conecta mi primera película”.
En la gala inaugural de Guayafest 2025, Calvache compartió la proyección con el elenco: Samantha Villarreal, Christian Cabrera y Mercy Lema G., y recordó lo que este corto significa en su propio proceso creativo. “Soy una persona muy perfeccionista, me gusta la excelencia. Me gusta escuchar y soy muy de hacer equipo. Para mí el cine es una experiencia en el proceso más que en los resultados”.
La conversación también abrió paso a un tema que reconoce sin evasivas: “He visto muchos estragos y retos por ser mujer dentro de la industria audiovisual mundial. Es más difícil que te tomen en serio como directora, así sea de forma sutil, pero he tenido que luchar contra eso todo el tiempo”.
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Aun así, su mirada se mantiene firme. “Creo mucho en el cine dirigido por mujeres. Me encantaría que más mujeres entren dentro de la industria y si yo puedo servir como una más dentro de este camino, me siento feliz por eso”. (E)
