Casi dos décadas después del estreno de El diablo viste a la moda (2006), 20th Century Studios presentó el primer adelanto oficial de su secuela. Con 51 segundos, muestra el reencuentro entre Meryl Streep y Anne Hathaway en los papeles de Miranda Priestly y Andy Sachs, y confirma el regreso de la tensión que definió la relación entre ambas.
El avance comienza con los característicos pasos de tacones por los pasillos de Runway y termina con Miranda y Andy compartiendo un silencioso viaje en ascensor, una escena que sugiere el tono de poder y rivalidad que volverá a dominar la historia.
La cinta, dirigida nuevamente por David Frankel y escrita por Aline Brosh McKenna, llegará a los cines el 1 de mayo de 2026. El reparto incluye a Emily Blunt (Emily Charlton) y Stanley Tucci (Nigel Kipling), además de nuevas incorporaciones que aún no han sido reveladas.
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Un clásico del cine
El diablo viste a la moda, estrenada en 2006 y protagonizada por Streep y Hathaway, se ha consolidado con el paso de los años como un clásico del cine sobre el mundo de la moda debido a su retrato del funcionamiento interno de una revista de alta costura y a la influencia cultural que mantiene casi dos décadas después.
La película está basada en la novela homónima de Lauren Weisberger, quien escribió el libro inspirada en su experiencia laboral en la revista Vogue, donde trabajó como asistente de la influyente editora Anna Wintour. Ese antecedente contribuyó a dotar de verosimilitud la trama y alimentó el interés público por las similitudes entre la ficción y el entorno editorial real.
La cinta ofrece una mirada dramatizada pero reconocible del sector de las revistas de lujo, marcado por la competencia, el perfeccionismo y el poder de sus editoras. La interpretación de Meryl Streep como Miranda Priestly, una jefa exigente y calculadora, se convirtió en un referente de la cultura pop y en uno de los principales factores de la perdurable popularidad del filme.
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El desarrollo del personaje de Andrea ‘Andy’ Sachs (Hathaway), una joven periodista que atraviesa una transformación personal y estilística mientras trabaja en la revista ficticia Runway, reforzó la identificación del público con la historia y contribuyó a que la película siguiera siendo citada como ejemplo de las tensiones entre la ambición profesional y la vida personal.
El diseño de vestuario, a cargo de la reconocida estilista Patricia Field —responsable del vestuario de series icónicas como Sex and the City y Ugly Betty—, incorporó decenas de piezas de firmas de alta moda y consolidó el estatus visual del filme, que sigue siendo una referencia en estudios y análisis sobre la estética de los años 2000.
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Casi veinte años después de su estreno, El diablo viste a la moda mantiene su vigencia como una obra que combina comedia, drama y una crítica al entorno laboral de la moda, lo que le ha permitido convertirse en una de las películas más influyentes y reconocibles del género. (E)


























