Como todo niño que temió a los payasos, conocer al personaje de Pennywise antes de los 10 años (en los 90) fue horroroso. Pero, un par de décadas después es innegable que se ha vuelto un imán para ver historias de terror para mí y millones de personas en el mundo. Ahora vuelve a la TV con un gran acierto, la serie It: Welcome to Derry. (Eso: Bienvenidos a Derry), cuyo último capítulo (de ocho) se estrenó el domingo 14 de diciembre –es decir, hay algunos spoilers–.
Tras una miniserie de TV de 1990 que adaptó el famoso libro It (Eso), de Stephen King, que trajo al icónico Pennywise interpretado por Tim Curry, en 2017 y 2019 llegó al cine y Bill Skarsgard hizo suyo este personaje y es, inconfundiblemente, el Pennywise de las nuevas generaciones, y ahora está en streaming, en HBO Max, con esta serie que es una precuela de las películas y que narra lo que se vivió en Derry en 1962, exactamente 27 años antes del primer enfrentamiento entre el payaso y el “club de los perdedores” (1989), que luego provocaría su fin (2016) y por ende el fin del ciclo de reaparición de este ente malvado cada 27 años.
It: Welcome to Derry es una precuela de los sucesos de las películas de ‘It’ y permite entender mejor tanto a la entidad cósmica que toma la forma del payaso Pennywise –su origen y situación–, y cómo se relaciona con este pequeño pueblo cada 27 años.
Técnicamente, como es usual en este tipo de producciones, la serie es impecable.
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En su trama representa bastante bien la vida de un pueblo de la década de 1960 en el noreste de EE. UU. Sin olvidar su contexto: Guerra Fría, la lucha por los derechos civiles en medio de una sociedad racista y el maltrato a las comunidades nativas. Toma estos temas y los hace parte, de muy buena manera, de la historia, dejando más claro el porqué una entidad cósmica, que recibe el nombre de ‘Eso’ está y permanece en Derry, y por qué termina adoptando la forma de un payaso (Pennywise, “el payaso bailarín”) para atraer a las víctimas infantiles, en las que más miedo puede provocar, algo que le da más poder.
Cuando se anunció la serie fue inevitable pensar “¿con qué van salir?”, pero esta versión fue pensada para mostrar los despertares pasados de ‘Eso’, de la mano de Andrés Muschietti (director de las películas de It), quien tiene la intención de hacer dos temporadas más (probable tras el éxito de la primera) para abordar sucesos en 1935 y 1908.
En It: Welcome to Derry ya no vemos a los siete niños del “club de los perdedores”, esta vez nos centramos en otros –aunque ligados a ellos, mucho– cinco: Lilly, Amanda, Will, Rich y Marge, a quienes las circunstancias obligan a enfrentar a Pennywise.
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Respecto al payaso, cuya forma solo es una de las que puede utilizar ‘Eso’, es entretenido verlo en su accionar, sus estrategias para aumentar el miedo cuando escoge a sus víctimas. También el conocer su origen místico y sus capacidades en el espacio tiempo, así como su robo de la imagen de un artista de feria, con un lazo familiar que llega hasta las películas. Igualmente saber que solo pueda estar en Derry, sin salir al resto del mundo, gracias a la experiencia y sabiduría de la comunidad nativo americana de esa zona.
Según Muschietti, la serie nació porque creía que se “quedó corto” en las películas respecto a todo lo que está en el libro de King –quien no es fan de las adaptaciones de sus libros, pero ve con buenos ojos la serie–, incluyendo los interludios, que son investigaciones de la historia del mal en Derry hechas por Mike Hanlon (que ahora se sabe es el hijo de Will), el único del “club” que se quedó en el pueblo para no olvidar lo ocurrido, algo que les pasa a quienes se van, y que vuelve a quedar en claro en la serie.
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Esta producción también conecta más a It con el universo de terror de King, siendo uno de los personajes centrales Dick Hallorann, un nombre conocido por estar en The Shining (El resplandor). Además de guiños a otras de sus obras, como a The Shawshank Redemption (su película se conoció en la región como Sueños de fuga (1994), una de las mejores de la historia del cine).
Tampoco quiero olvidar el tema musical de la serie: A Smile And A Ribbon, una canción de Patience y Prudence de 1956, que la aporta un sonido infantil y pegajoso. (O)
