Estudio de Stanford concluye que cambiar a cocinas eléctricas reduce la contaminación del aire interior

“Las cocinas emanan constantemente una pequeña cantidad de metano a la atmósfera, todo el tiempo”. Investigadores de Stanford descubrieron que “las cocinas de gas emiten mucho más metano de lo que se pensaba y la mayoría de las emisiones ocurren mientras la cocina está apagada”. Los resultados del estudio de profesionales de Stanford los comparten en Telemundo y <a href="https://elperiodicodelaenergia.com/cientificos-de-stanford-encuentran-que-las-cocinas-de-gas-natural-emiten-mucho-mas-metano-y-la-mayoria-de-las-emisiones-ocurren-mientras-la-cocina-esta-apagada/" target="_self" rel="" title="https://elperiodicodelaenergia.com/cientificos-de-stanford-encuentran-que-las-cocinas-de-gas-natural-emiten-mucho-mas-metano-y-la-mayoria-de-las-emisiones-ocurren-mientras-la-cocina-esta-apagada/">El Periódico de la Energía. Cambiar a cocinas eléctricas reduce la contaminación del aire interior, informan en EcoInventos. Durante la combustión, resaltan los investigadores, las cocinas también emiten niveles peligrosos de óxidos de nitrógeno, un contaminante tóxico del aire.Ese metano “se suma a los 6,8 millones de toneladas de dióxido de carbono que las cocinas de gas arrojan a la atmósfera cuando están prendidas, dice el estudio. El metano es un gas de efecto invernadero que es decenas de veces más potente que el dióxido de carbono, pero no permanece tanto tiempo en la atmósfera y tampoco es tan abundante en el aire, explican en Telemundo.En el estudio de Stanford señalan que “cambiar a cocinas eléctricas reduce en más del 50% la exposición al dióxido de nitrógeno en interiores”, publica EcoInventos.El medio, dado lo que informa la prestigiosa universidad, comparte que “quien cocina a gas respira en casa niveles similares a los que genera todo el tráfico y la industria de su entorno”.Además, informa que “gas natural y propano liberan dióxido de nitrógeno (NO₂) en concentraciones que hoy se saben son problemáticas para los pulmones, el corazón y el desarrollo infantil”.El NO₂, amplía, “se asocia a asma, enfermedad pulmonar obstructiva, partos prematuros y a otras patologías”.Citando el estudio, que difundió PNAS Nexus, agrega que sustituir una cocina a gas por una eléctrica “disminuye la exposición personal a NO₂ en más del 25% en promedio y hasta la mitad en los hogares que usan más el fogón”. De acuerdo con EcoInventos, una campana bien instalada marca la diferencia, aunque no siempre elimina todo el NO₂. Ventilar ayuda, pero es una solución corta. Cuando se busca un cambio real, las alternativas eléctricas ganan terreno. (I)

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