Es un privilegio arribar a la tercera edad, debemos sentirnos orgullosos y bendecidos por llegar a esta edad, unos llegamos jubilados, otros no, sin embargo, muchos llegamos con achaques en la salud, otros cansados, agobiados, por cuanto en la juventud nunca se pensó que esta etapa de la vida nos llegaría, mientras que estaba a la vuelta de la esquina.

Como dicen por acá, es la edad de la seriedad, aquí ya no hay que perder el tiempo en vanidades y diversiones como en la época de juventud; se quedaron atrás las parrandas, ahora hay que pensar distinto para tener una vida digna.

Año jubilar de la música lojana

Si ahorraste durante tu juventud y en la actualidad estás en la tercera edad, eres un hombre libre; pero si has hecho las cosas mal en la juventud siempre vivirás sin libertad, arrimado a tus familiares, arrumado y sin privilegios en tus últimos años.

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En los actuales momentos al adulto mayor hay que darle su sitial y reconocimiento como eje fundamental de la sociedad en relación con el Estado, la familia, la educación, el bienestar, la recreación, el trabajo y comprender sus cambios naturales e inevitables y estos no deben ser burlados y tampoco no pueden ser excusas para discriminarlos de su entorno familiar y donde el mismo Estado por un lado legisla a favor de esta población, por otro lado, los excluye y elimina del trabajo.

Cuando los sentidos nos salvan

En Progreso, un grupo de la tercera edad se han unido al Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Juan Gómez Rendón, ahí hay un sinnúmero de proyectos financiados por los gobiernos nacional, provincial, cantonal y parroquial aprovechan bien el tiempo en manualidades, formación de crecimiento personal, física, psicológica, entre otras cosas. Considero que es una buena iniciativa para los ciudadanos de la tercera edad. ¡Adelante adultos mayores! (O)

Francisco Marcos Anastacio Valarezo, profesor, Progreso