Se acabó el cuento de la motosierra del presidente Milei en Argentina. El mismo kirchnerismo, tan desprestigiado que estaba, lo ha vencido en reciente elección. Se esfumó su popularidad tan rápido como la de Macri.

De un presidente en funciones, la gente ya no espera cuentos, discursos ni shows. De un gobernante la gente espera resultados. La gente siente claramente y todos los días, los efectos de la acción y de la inacción de un gobernante.

La derrota de Milei

Juzga por sí mismo y castiga con el voto. Y cuando el pueblo tiene la oportunidad de castigar con el voto, no perdona. Así se ha visto aquí en Ecuador.

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Un mal presidente de derecha, un mal gobierno de derecha, es el mejor alimento para los sueños de la izquierda. Ley del péndulo.

La derrota electoral en Buenos Aires expone las fisuras de La Libertad Avanza de Milei

Gobernar ya no es hacer show ni dar discursos, como en campaña. Gobernar es aplicar medidas con resultados efectivos. Es difícil, sí, pero ese es el desafío.

Con Milei se empieza a demostrar que una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín. Una cosa es estar en las gradas y otra, estar en la cancha. Una cosa es ver los toros, otra es estar frente al toro y torear. Hacer no es lo mismo que discursear. (O)

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César Alfonso Vaca Sánchez, abogado, Guayaquil