Si los libros dejaran de existir sería ahogar en el mar de la ingratitud a tantos escritores y poetas que nos hicieron felices en nuestra niñez, adolescencia, juventud y vejez.
Los libros son, han sido y serán nuestros eternos compañeros irremplazables en nuestras noches de insomnio. ¿Cómo olvidar los clásicos como La ilíada y La odisea? ¿Cómo olvidar de nuestra memoria los sabios consejos de Sócrates a través de la pluma de Platón y Aristóteles?
La sabiduría moral transmitida por los libros y autores clásicos es ejemplo de honor y honestidad.
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La esencia del ser humano: en busca de la felicidad
Leyendo a William Shakespeare y su Romeo y Julieta haciendo honores al más perfecto de los sentimientos como es el amor, perfecto por su imperfección admirable, o el mismo Shakespeare describiendo el encarcelamiento del rey Lear con su hija Cordelia, al describir de una forma maravillosa su estadía en la prisión y que la invita a cantar como los pájaros enjaulados y también la invita a rezar y a contarse viejos cuentos.. “y nos reiremos de las mariposas de mil colores, poseeremos el misterio de las cosas como si fuésemos espías de los dioses y sobreviviremos entre los muros de nuestra prisión a las sectas y a los poderosos que a merced de la luna surgen y sucumben”.
Leer El Quijote de la Mancha de Cervantes y ver a un soñador como el Quijote perseguir en sueño su eterno amor, la Dulcinea del Toboso, y arremeter lanza en ristre contra los molinos de viento mientras Sancho lo apacigua y lo vuelve a la realidad habitual y cotidiana, o como estos mismos filósofos antiguos y modernos que hablan de un Dios silencioso que no habla, pero sospechan que todo en el universo fue hecho por él.
Bachillerato técnico en ciencias de datos
Oh, lectura, la mejor medicina para el insomnio, la riqueza más grande para los sabios y el mejor refugio espiritual para los poetas. (O)
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Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro