Medio Oriente es un verdadero polvorín. Los enfrentamientos entre judíos y árabes han ido escalando, especialmente a partir del 14 de mayo de 1948, fecha en la que David Ben-Gurión proclamó el Estado de Israel.

En mayo de 1948, Egipto, Siria, Jordania, Irak y Líbano atacan a Israel, dando lugar a una serie de guerras árabe-israelíes. En octubre de 1956, con el beneplácito de Inglaterra y Francia, Israel invade el Sinaí tras el cierre del canal de Suez decretado por Egipto. El ataque sorpresa y la ayuda militar europea dieron una rápida victoria israelí. En junio de 1967 se libró la Guerra de los Seis Días, contra Egipto, Jordania y Siria. Israel se tomó la península del Sinaí, los Altos del Golán, Gaza y la Ribera Occidental. El 6 de octubre de 1973, Egipto y Siria atacaron sorpresivamente a Israel el día más sagrado para los judíos, el Yom Kipur; Israel reaccionó de inmediato sometiendo a los invasores. El 7 de octubre de 2023, miembros de Hamás lanzaron el mayor ataque terrorista en la historia de Israel. Israel desató una feroz ofensiva. Ha señalado que no cesará su lucha hasta acabar con la amenaza de Hamás.

La Revolución iraní en 1979 instaura la República Islámica de Irán, encabezada por el ayatolá Ruhollah Jomeine, proclamado líder supremo. No solo sufre un cambio profundo en los equilibrios de poder en la región, sino que el escenario se volvió aún más crítico. El Gobierno teocrático de Irán se proclama enemigo de Israel y de Estados Unidos.

Los planes nucleares de Irán eran una amenaza permanente para Israel; venían desarrollándose desde hace mucho tiempo. Los agentes del Mosad habían dado muerte a algunos científicos, pero no era suficiente. La

teocracia fundamentalista no ocultaba sus deseos de destruir a Israel por cualquier medio utilizando especialmente sus brazos armados, que les proveían de armas, misiles, drones y apoyo económico. El Hezbolá desde sus bases en Líbano ataca en forma continua el norte de Israel; los terroristas de Hamás, desde la Franja de Gaza, y los insurgentes hutíes, desde Yemen.

El viernes 13 de junio, en forma sorpresiva, a 1.600 kilómetros, Israel inicia un ataque a Irán y destruye instalaciones nucleares, puestos de mando de los fanáticos Guardianes de la Revolución, bases de misiles, centros de producción de drones; mata a científicos y a miembros del alto mando militar. Expertos en estrategia militar señalan que “Israel ha realizado la más riesgosa operación bélica, calificada por todos los analistas militares del planeta como la operación militar preventiva más sofisticada, audaz y quirúrgica de toda la historia de la humanidad”.

Para concluir la tarea fue preciso la intervención de EE. UU. Los bombarderos B-2 atacaron las tres instalaciones nucleares más importantes. Con esta operación el programa nuclear iraní quedó gravemente afectado.

¿Esta guerra cambiará el tablero geopolítico de la región?

En estas circunstancias vale recordar a Julio César, que en sus Comentarios a la guerra de las Galias escribió: “Un imperio no necesita justificar la guerra; esta es parte de su naturaleza. El imperio no necesita razones”. En 2.000 años no ha cambiado nada. (O)