¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de poder llamarlo hombre? ¿Cuántos mares debe navegar una paloma blanca antes de dormir en la arena? La respuesta, amigo mío, está en el viento. La letra de esta canción de Bob Dylan nos convoca. Hanna Arendt, la filósofa judía alemana que escapó del nazismo al que censuró, al igual que a la dirigencia hebrea cómplice del monstruo, con valientes escritos que le costó el apartamiento de sus amigos judíos, decía que hay que pensar con la intención
de entender lo que nos ocurre y de ahí tratar de dar respuesta. Pensar, el primer reto que tenemos frente a un complicado mundo ante el cual preferimos encerrarnos en nuestro yo. Una académica sostiene que Arendt estaba más interesada en aquello que ilumina, que en la oscuridad que la rodeaba. Si entonces la oscuridad era tan intensa, ahora también podemos fijarnos en las luces que alumbran.
Mas, hay oscuridad en el planeta y en el país: especies de animales en extinción, ríos desaparecidos o sucios, aire y tierra contaminados, almas envenenadas e indiferentes. Los condenados a cien años de soledad siguen solos: 83.000 personas tienen un patrimonio tres veces superior al de 4.150 millones, que constituyen la mitad de la población mundial. En 1995 la proporción era de dos veces más. El Laboratorio Mundial de Desigualdad dice en ese estudio reciente, que no hay señales de reversión por falta de políticas estatales que eviten la evasión tributaria y el resguardo de capitales –muchas veces mal habidos– en las guaridas fiscales, lo que corrobora la alianza entre el poder económico y el político. En Ecuador existe también miseria, particularmente entre los indígenas. En el último censo, el de 2021, su pobreza por necesidades básicas insatisfechas alcanzaba el 68,5 % de su población, la de los afrodescendientes era del 42 % (el 2020), mientras que la de los mestizos era del 33,8 % y la de los blancos y otros del 25,5 %. Y cuando se levantan los indígenas por sus condiciones depauperadas, el Estado los reprime y estigmatiza con el apoyo de un segmento poblacional.
El responsable de asuntos humanitarios de la ONU declaró: “Estamos en un tiempo de brutalidad, impunidad e indiferencia”. El nivel de ayuda humanitaria este año fue el más bajo en una década. Añade: “Es un tiempo en el que nuestros instintos de supervivencia han sido adormecidos por la distracción y corroídos por la apatía”. El 2025 el mundo gastó $ 2,7 billones en armas, para matar o “defenderse”. Agrega: “Pido un poco más del 1 % de esa cantidad”.
Arendt manifestó: “Los seres humanos están llamados a participar en los asuntos comunes, en el cuidado del mundo”. Asignaba a la política el papel de canalizar ese cuidado. Expresaba: “Cada nacimiento es potencialmente un nuevo comienzo y es una oportunidad para otros nuevos comienzos”.
Continúa Dylan: ¿Cuántas veces puede un hombre apartar su mirada pretendiendo simplemente que no ve? ¿Cuántos oídos debe tener un hombre antes de poder escuchar a la gente llorar? La respuesta está en el viento, que somos todos y entre ellos muchos faros. (O)












