El 21 de octubre empieza a regir la aplicación de multas por infracciones de tránsito detectadas por cámaras en toda la zona urbana de Guayaquil. El monitoreo en tiempo real debe mejorar la movilidad en la ciudad, reducir los accidentes en las vías y acelerar la atención de incidentes.
El plan se inició en junio de 2024 y se ha ido desarrollando por fases. Se completará este mes luego que la Agencia de Tránsito y Movilidad termine la socialización en los últimos sectores pendientes.
Bien implementada la tecnología se vuelve una herramienta clave en las políticas y desarrollo de las ciudades. En el caso particular del tránsito, los ecuatorianos que tienen una licencia de conducir están obligados a conocer las leyes de tránsito, por lo que un sistema manejado con transparencia no debe ser un problema, más allá de que sería recomendable mantener una campaña de información y señalización visible.
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El sistema no puede convertirse en una caja recaudadora que los conductores desconozcan en su totalidad. Si es manejado con precisión, se informa los canales de revisión de multas, se difunden los criterios técnicos con los que opera cada cámara y se comunica con inmediatez una citación para que el usuario pueda –de ser en caso– impugnar, la metodología funcionará en beneficio de todos.
Las infracciones que se sancionarán a través de cámaras son: bloqueo de intersecciones o doble columna; vehículos mal estacionados; que bloqueen rampas de acceso para personas con discapacidad; motociclistas sin casco; buses urbanos que dejan o recogen pasajeros en sitios no permitidos; transporte interprovincial que recoja o deje pasajeros en la vía pública y vehículos pesados que transiten por sitios y horarios no permitidos.
En el tránsito hay una cuota de responsabilidad compartida. Los ciudadanos deben conocer y respetar las leyes y las autoridades cumplir con la señalización y buen servicio. La tecnología es necesaria, pero también la actividad humana cordial y transparente. (O)