Vacacionar en la Riviera Francesa —también conocida como Costa Azul— es abrazar un estilo de vida en el que cada detalle emociona y deslumbra los sentidos. Poner un pie en este paraíso del sur de Francia significa abrir la puerta a experiencias extraordinarias, en donde la gastronomía, la arquitectura y el glamur armonizan a la perfección.

¿Te imaginas ganar esta gran experiencia con todo pagado para ti y un acompañante? Participa por cada $ 100 de compras con tarjetas American Express de Banco Guayaquil. El premio incluye un viaje por destinos como Saint-Tropez, Niza, Mónaco y París. Además, de un tour gastronómico por los mejores restaurantes y $ 15.000 para shopping en París.

Esta iniciativa combina la elegancia de la región con beneficios exclusivos que enriquecen aún más la experiencia de viajar. La alianza entre American Express y Banco Guayaquil refuerza su compromiso de ofrecer beneficios exclusivos a sus clientes, transformando cada compra en una oportunidad para vivir una aventura europea llena de lujo y sofisticación. Para participar, es necesario que te registres en: www.loquesigue.com

Una experiencia con todo pagado para 2 personas en la Riviera Francesa

Paradas prémium como las de Saint-Tropez son una invitación a descubrir la elegancia natural de un eterno verano. Sus playas privadas, yates que reposan en la marina y boutiques de alta moda la convierten en un punto imperdible para quienes buscan descanso sofisticado.

En este punto, el día puede comenzar con un desayuno frente al Mediterráneo, seguir entre aguas turquesas en Pampelonne y extenderse con un almuerzo en clubes icónicos como Le Club 55 o Bagatelle, en donde la gastronomía mediterránea se convierte en protagonista gracias a la diversidad de productos frescos, vinos locales y recetas que respetan la esencia provenzal.

Y si eres de los que disfrutan de la majestuosidad del arte, puedes terminar la jornada con un recorrido por las empedradas calles de este encantador puerto que alberga muchas galerías y cafeterías clásicas. Un punto que amarás es la Vieille Ville (la Ciudad Vieja), el casco antiguo con calles estrechas, casas coloridas y plazas encantadoras, perfecto para pasear, hacer compras y descubrir la esencia mediterránea.

En Saint-Tropez tampoco te puedes perder, la Place des Lices (la plaza principal, donde se celebran mercados tradicionales los martes y sábados, y donde también se encuentra el famoso Café des Arts), el Musée de l’Annonciade (un museo que alberga obras de artistas impresionistas y posimpresionistas), la Chapelle Sainte-Anne (una pequeña iglesia situada en una colina con vistas impresionantes del puerto y la ciudad) y los Bateaux de Saint-Tropez (excursiones en barco que permiten explorar la costa y sus calas escondidas).

Arte, lujo y sabor mediterráneo

En un recorrido por la Riviera Francesa, no se puede quedar fuera Niza, que es sinónimo de color, cultura y mar. Dar un recorrido por su famoso Paseo de los Ingleses es adentrarse en un escenario luminoso en donde la arquitectura belle époque se fusiona con los mercados tradicionales como el Cours Saleya, famoso por sus flores y productos frescos.

Esta ciudad es ideal para los amantes del arte culinario: aquí se encuentra desde la icónica salade niçoise hasta los restaurantes con estrellas Michelin que reinterpretan la cocina mediterránea. Si buscas vivir una experiencia gourmet puedes visitar el Flaveur, que tiene dos estrellas, y también otros restaurantes que aparecen en la Guía Michelin, como L’Atelier y La Rotonde.

Además, Niza tiene sus museos —dedicados a artistas como Matisse o Chagall— que confirman que esta urbe es un destino que se apodera de todos los sentidos.

Y si hablamos de lujo, este se vive a todo esplendor en Mónaco. Su atmósfera cosmopolita, su marina repleta de lujosos yates, el Casino de Montecarlo y sus avenidas impecables componen un escenario que combina sofisticación, modernidad y tradición.

En esta ciudad, el tour gastronómico alcanza uno de sus puntos más altos con restaurantes legendarios, donde la excelencia ofrece experiencias inolvidables. Desde cenas con vista al Mediterráneo hasta degustaciones privadas, Mónaco invita a vivir el lujo en su máxima expresión.

Ícono de la elegancia eterna

Ningún viaje a Francia está completo sin París, una urbe que combina moda, historia y gastronomía con una naturalidad insuperable. Sus calles, museos y cafés guardan un encanto que enamora.

En tu recorrido puedes incluir paradas en restaurantes icónicos, experiencias gastronómicas de autor, paseos por el Sena y visitas a espacios culturales como el Louvre, uno de los museos de arte más famosos del mundo, con obras de grandes maestros franceses como la Mona Lisa; o Montmartre, conocido como el barrio de los artistas, o la Ópera Garnier, considerada una obra de arte por sí misma, puedes sentarte en sus escaleras para apreciarla.

El corazón de esta experiencia atraviesa lo mejor del sur francés y culmina en París. Desde cocina mediterránea fresca hasta alta gastronomía galardonada, cada parada por la Riviera Francesa celebra la excelencia y la creatividad.