En el mundo del diagnóstico por imágenes, la tecnología marca la diferencia entre ver algo y verlo todo. La tomografía espectral, una innovación desarrollada y mejorada por Philips durante más de una década, se ha convertido a nivel mundial en una herramienta clave para detectar patologías que antes pasaban inadvertidas con la tomografía convencional.

Hoy, el Ecuador ya cuenta con una de las tecnologías más modernas del mundo: el tomógrafo espectral CT 7500, una plataforma que eleva los estándares de seguridad, precisión y eficiencia, beneficiando tanto a los pacientes como a la comunidad médica.

Ver más, con menos

El CT 7500 combina imágenes espectrales y convencionales en una sola adquisición, lo que permite obtener información clínica más detallada sin aumentar la complejidad del estudio. Gracias a su arquitectura de tercera generación:

MÁS información anatómica en un estudio de tomografía espectral, con MENOS dosis de radiación recibida por paciente, ofreciendo excelente calidad de imagen sin comprometer su salud a futuro por la radiación recibida en el estudio de la tomografía.

MÁS definición de los órganos, con MENOS uso de medio de contraste, ideal para pacientes con sensibilidad o condiciones renales.

MÁS comodidad para el paciente gracias a su tecnología de última generación con Menos tiempos de adquisición. Gracias al respaldo de 1 O años de desarrollo e innovación por parte de PHILIPS con la tecnología espectral, hay protocolos Más reproducibles, brindando mayor confianza y precisión en los diapnósticos con Menos variabilidad en los resultados.

Expandiendo los horizontes del diagnóstico con la tomografía

La tomografía espectral permite una lectura más precisa de la anatomía y composición de los tejidos. A diferencia de una tomografía convencional, su capacidad de distinguir entre diversos materiales dentro de la anatomía permite alcanzar un nuevo nivel de claridad, convirtiéndose en el aliado ideal para la detección temprana

de tumores, ya que permite distinguir con mayor precisión entre tejido sano y patológico, así como ser un recurso clave para la planificación y cálculo de dosis en tratamientos de radioterapia.

Entre otros campos donde esta tecnología cambia verdaderamente la práctica clínica destacan:

Cerebro y cabeza y cuello, donde facilita diferenciar sangrado de calcio y yodo, detectar tumores y evaluar el oído interno con mayor precisión.

Pulmón, aportando mapas de perfusión y mejor sensibilidad para detectar TEP.

Áreas abdominales y órganos sólidos como hígado, riñones, páncreas y el tracto gastrointestinal- donde la capacidad espectral mejora la caractezación de lesiones, la detección de litiasis y la identificación de isquemias o sangrados.

Vascular y corazón, permitiendo identificar trombosis, sangrado activo, placas, perfusión y evaluar stents con menos artefactos.

Sistema músculo-esquelético, con la capacidad de visualizar edema de médula ósea, gota y lesiones sutiles que no suelen ser evidentes en estudios tradicionales.

Una tecnología que transforma la salud en la región

El CT 7500 es hoy una de las tecnologías más avanzadas del mundo, con aún pocas unidades instaladas en América Latina. Su presencia en la región impulsa un salto cualitativo en la capacidad diagnóstica, permitiendo ver más en una misma adquisición y transformando la forma en que se evalúan y tratan múltiples patologías. Desde EOS, felicitamos a las instituciones médicas que apuestan por la innovación y se suman a una nueva era del diagnóstico por imagen del país, elevando así los estándares de calidad, la seguridad de los estudios, la precisión de tratamiento y la atención médica que reciben los pacientes del ecuador.