El medio de lo que fue el triunfo de Barcelona SC en el Clásico del Astillero frente a Emelec (0-4), los hinchas azules, ubicados en la general de la avenida Quito, se cargaron en contra del portero canario Ignacio de Arruabarrena, lanzándole más de diez botellas de vidrio, lo que provocó que se suspendiera el partido temporalmente.