Hay tres dioses del fútbol, por orden cronológico, PELÉ, MARADONA y MESSI. En mayúsculas. De ellos, cualquiera que se elija como primero está perfecto. Después, en orden descendente, hay monstruos, grandes, cracks, figuras, muy buenos, buenos. Dioses son tres. Han vencido al adversario más difícil: el tiempo y están por encima del tropel de gigantes de este deporte. Lo que el filtro del tiempo hace lo grafican algunos nombres. Al momento de su retiro, Zinedine Zidane era visto como un fenómeno capaz de entreverarse en el podio con Pelé y Maradona; diecinueve años después vemos que fue un magnífico jugador, diríamos excepcional, que podría estar séptimo u octavo. Hasta ahí. Hoy, Cristiano Ronaldo puede ser ubicado quinto o sexto, detrás de los dioses y también de Cruyff y Di Stéfano. Por su número de goles. Cuando transcurra una década o dos quizás no entre en el top diez.