Lucir un abrió de piel de oveja puede ser un símbolo de estatus ya que se considera un prenda de lujo, aunque para los defensores de animales no es más que una “crueldad” que no respeta los derechos de los mismos. Sin embargo, alguna vez te has preguntado realmente de qué están hechos los abrigos de piel de oveja.
“Los abrigos y capas producidos con piel de oveja como material son anteriores a la historia moderna y se usaron hace miles de años debido a su calidez y comodidad”, reseña el sitio web Maximilian.
Así es como los amantes de la moda consideran la piel de oveja como “un material agradable y exuberante” que se puede encontrar en cualquier abrigo.
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Sin embargo, el grupo de defensa de la moda Collective Fashion Justice (CFJ) hizo una denuncia pública al descubrir de qué estaba hecho un chaleco para niños anunciado como “100% piel de oveja o lana australiana”, según reseña New York Post.
¿De qué está hecho un abrigo de piel de oveja?
Por lo general estos abrigos están elaborados con piel de oveja, oveja procesada o cordero. Pero, luego de una investigación la organización CFJ que analiza fibras Microtex reveló que un chaleco para niños contenía pelos de dos gatos domésticos.
“Este chaleco tiene una piel de gato en la parte delantera, otra piel de gato en la parte trasera, así como pelo de conejo”, indica Emma Hakansson, fundadora de la firma británica, lo que ha horrorizado a los compradores que adquirieron las prendas en un centro comercial de Melbourne, menciona New York Post.
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“El chaleco, vendido por la marca de moda Suttons UGG, estaba hecho de piel de gato doméstico y de conejo, a pesar de estar etiquetado como ’100 % piel de oveja o lana australiana’”, indica el citado medio.
Georgie Purcell, diputada por Justicia Animal advirtió que “los consumidores podrían estar ahí afuera, comprando esto y luego salir a la calle usando gatos domésticos”, mientras que el Mercado Queen Victoria afirmó que “no tenía conocimiento de que se vendieran artículos de piel mal etiquetados” en el mercado.
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La diputada Purcell llevó el chaleco ante el Ministro de Asuntos del Consumidor ya que no es la primera vez que Justicia Animal plantea el problema de la venta de pieles de gato en Melbourne.
Aunque el problema ha existido por años, los denunciantes creen que “la gente tiene derecho a saber qué está comprando y poder comprar de acuerdo con sus valores”.
(I)