Los ataques con drones se han convertido en un arma letal que aminora las pérdidas humanas y aumenta el poder de fuego.En la actualidad, fuerzas militares estadounidenses están desplegadas en el área de responsabilidad del <b>Comando Sur </b>en apoyo de la operación<b> Southern Spear (Lanza del Sur)</b>, dirigida por el Departamento de Guerra, informó esta unidad militar en su cuenta en X @Southcom.Desde agosto la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó un fuerte despliegue militar en el Caribe que incluye al portaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78), el más grande y moderno del mundo.Trump ha señalado que las operaciones buscan atacar a los traficantes que inundan de drogas Estados Unidos.El gobierno de Venezuela afirma por su parte que el poderoso despliegue militar busca en realidad derrocar al presidente Nicolás Maduro, cuyas dos reelecciones, en 2018 y 2024 son consideradas fraudulentas por Estados Unidos, que lo acusa además de dirigir redes de narcotráfico como el llamado Cartel de los Soles.En medio de las operaciones en el Caribe, militares estadounidenses realizaron entrenamientos con drones, un arma que por cierto han usado para bombardear embarcaciones que señalan de transportar drogas, con un saldo de unos 90 muertos desde septiembre.La legalidad de estos ataques ha sido cuestionada por gobiernos como Venezuela y Colombia, al considerar que constituyen ejecuciones extrajudiciales.Parte de los ejercicios incluyeron cargas de <b>ojivas simuladas</b> en un dron tipo <b>Neros Archer de visión en primera persona (FPV)</b> durante un entrenamiento de ataque en el <b>Camp Santiago, Puerto Rico.</b>Una <b>ojiva simulada</b> en un dron tipo <b>Neros Archer</b> se utiliza principalmente para <b>entrenamiento táctico y pruebas operativas</b>, sin emplear explosivos reales.Reproduce el peso, tamaño y balance de una carga real de unos 2 kilos para que el dron vuele con las mismas condiciones que en combate. Además, permite a las tropas practicar procedimientos de carga, lanzamiento y ataque sin riesgo de detonación.El dron de la compañía Neros Archer es capaz de alcanzar hasta <b>20 kilómetros</b>, con misiones de ataque terrestre y de intercepción aérea.“La arquitectura de Archer Strike se integra directamente con las cargas útiles de ataque antiblindaje y antipersonal Kraken Kinetics Terminus, probadas en combate, para atacar objetivos a distancias superiores a 20 kilómetros”, señala la compañía.<b>Este dron está diseñado para resistir a la guerra electrónica, pues ha sido </b>equipado con estaciones de control (Crossbow, Flatbow) que permiten operar en entornos con interferencias o interferencia electromagnética. <b>(I)</b>