Los resultados de un estudio para detectar el cáncer cambiarán la forma para diagnosticar la enfermedad. La investigación, que siguió a pacientes durante 10 años, reveló algo que muchos no esperaban: las pruebas de heces hechas en casa funcionan tan bien como la colonoscopia para prevenir muertes por cáncer colorrectal.

Cáncer colorrectal: Las personas con estos tipos de cuerpo tiene mayor riesgo de padecer la enfermedad

Los doctores Antoni Castells y Enrique Quintero lideraron esta investigación masiva en España.

Los especialistas compararon ambos métodos en 15 hospitales de ocho regiones y los resultados fueron claros. Murieron 55 personas en el grupo de colonoscopia y 60 en el de análisis fecal, una diferencia tan pequeña que no tiene relevancia clínica, recoge el sitio web Earth.

Publicidad

Esta enfermedad consiste en la aparición de un tumor en el intestino grueso o en el recto Foto: peterschreiber.media

Beneficios del examen de heces para detectar el cáncer

El secreto detrás del estudio está en la participación. Mientra únicamente el 31.8% de las personas invitadas se presentó a hacerse una colonoscopia, el 39.9% envió por correo su muestra de heces.

Esta diferencia explica por qué el test casero protege igual de bien, y es que no sirve de nada tener el mejor examen del mundo si la gente no se lo hace.

El primer síntoma del cáncer colorrectal no tiene nada que ver con el estómago, según paciente de 20 años que recibió diagnóstico

El costo es otro punto a favor. El análisis fecal cuesta alrededor de 24 dólares frente a los 635 de una colonoscopia, no requiere dieta especial ni laxantes, y se completa en minutos desde el baño de casa, apunta el citado medio.

Publicidad

Sin embargo, ambos métodos son más complementos que rivales porque si el análisis de heces detecta sangre, el paciente necesitará una colonoscopia de todas formas para confirmar y tratar cualquier problema.

El riesgo de una colonoscopía mal realizada podría ser sangrado o perforación del intestino.

La ventaja de la colonoscopia es que permite quitar pólipos sospechosos en el mismo momento, pero también conlleva riesgos menores como sangrado o perforación intestinal.

Publicidad

Los especialistas recomiendan empezar cualquier tipo de detección a los 45 años y mantenerla hasta los 75. Siempre y cuando elijan el método que mejor se adapte al estilo de vida de cada persona.

(I)

Te recomendamos estas noticias