Los animales entienden la colaboración como ley de supervivencia; sin embargo, tener la iniciativa puede traer mucha presión, incluso para las aves.

Un nuevo estudio llevado acabo por la Universidad Nacional Australiana encontró que el liderazgo produce gran estrés fisiológico en las aves silvestres.

Ante esta situación, el profesor Damien Farine, perteneciente a esa casa de estudios, detalló cómo los grupos de animales deciden qué dirección van a tomar.

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“Ya tenemos evidencia de cómo funciona esta toma de decisiones: es como un proceso de votación. Así, los individuos pueden empezar a alejarse del grupo en la dirección que desean para buscar alimento y, si reciben suficiente apoyo, el grupo los sigue. Por otro lado, si nadie los sigue, fracasan y regresan al grupo”, detalló.

Estas aves viven grandes situaciones de estrés al estar en grupo | Foto: Pixabay

Un nuevo hallazgo: la elección causa picos en la frecuencia cardíaca

Para sorpresa de los investigadores, las gallinas de Guinea que trataron de influir en la dirección del grupo, tuvieron subidas importantes en la frecuencia cardíaca. Fueron aumentos mucho más altos que los observados únicamente con la velocidad del movimiento.

Los líderes que tuvieron que hacer frente a la resistencia sufrieron incluso de una frecuencia cardíaca más elevada al actuar en contra del conceso del grupo. El bajo consenso direccional entre los demás miembros complicó el liderazgo, explica Earth.

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“Es perceptible cuando intentan hacer algo que muy pocos individuos de su grupo querrían hacer. También experimentan una frecuencia cardíaca mucho más alta cuando no logran guiar en estas situaciones”, explicó el coautor del estudio, el doctor James Klarevas-Irby.

Las gallinas de Guinea que trataron de guiar a sus compañeros reticentes sufrieron de un estrés más alto. La variabilidad de la frecuencia cardíaca, también se redujo en estos momentos, lo que significa tensión fisiológica.

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Solo el hecho de moverse con el grupo y sin guiar aumentó el estrés en estas aves. Esta carga fisiológica se produjo, además de caminar, por mantener la cohesión grupal.

La frecuencia cardíaca de las aves fue más elevada cuando se movilizaban en sincronía con los demás, en comparación a cuando caminaban solas.

(I)

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