Un hombre, movido por el amor a sus nietos, dedicó una de sus mañanas a empezar las labores de jardinería para plantar un árbol frutal. Pero, al cavar, la misma tierra lo maravilló. Lo sorprendió. Del terreno, prácticamente, brotaron unas piedras fluorescentes.
Ocurrió en Saint-Aventin, un pueblito de los Pirineos franceses, donde Julien Mercier es el protagonista de una muy comentada historia.
Unos destellos verdosos y azulados llamaron su atención esa mañana.
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“Solo quería plantar un cerezo para mis nietos y, de repente, vi que algo brillaba bajo la tierra”, describe Julien al medio placeronde.fr, reseñan en La Razón.
Las piedras, dice, “se intensificaban” si les daba la luz del Sol de manera directa y se les aplicaba luz ultravioleta el brillo se hacía “más vívido”.
Material
Indica La Razón que por lo que cuenta Mercier puede ser fluorita.
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En Gem Rock Auctions exponen que la fluorita “es una gema caleidoscópica conocida por su amplia gama de colores y su impresionante fluorescencia, además de sus innumerables usos en la industria manufacturera”.
“Se llevaron todas las piedras”
Julien Mercier señala que a su casa fueron representantes del “Museo Regional de Geociencias, quienes, supuestamente, se llevaron las piedras”.
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El argumento era “debemos analizarlas”.
“Vinieron, lo recogieron todo y no volvieron. Me dijeron que era por el bien de la ciencia, pero nadie me ha explicado nada ni me han dado compensación alguna”, declara Mercier.
Dudas en torno del relato
En La Razón difunden que “la presencia de fluorita en esa zona concreta de los Pirineos no está documentada en los principales registros geológicos franceses”.
Toma distancia de lo narrado por el abuelo Mercier al decir: “Ningún organismo oficial ha confirmado el hallazgo hasta el momento”. Y del medio añade que “no ha mostrado pruebas materiales, como imágenes verificables o declaraciones institucionales, que sustenten la historia”.
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Y publica que el Museo de Geociencias tampoco se ha pronunciado.
Mientras en Francia confirman el relato de Mercier les compartimos la leyenda que sobre el materia de las supuestas piedras fluorescentes: Las leyendas dicen que los arcoíris viven en la fluorita. (I)