Desde ahora hasta enero se puede visitar en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC, Malecón y Loja) la muestra '¿Qué tipo de ancestras queremos ser? Autohistorias de mujeres afrodescendientes’. Esto es arte, pero también es historia, escritura e investigación que se integra a un proyecto realizado con diez mujeres de Isla Trinitaria, en Guayaquil, y otros territorios afines.
Es el proyecto 'Re-escribir, Re-habitar La Isla’, financiado por el Programa de Actividades de la Unesco, con apoyo de la Federación de Comunidades y Organizaciones Negras de Imbabura y Carchi (Feconic). Fue ejecutado por la escritora e investigadora Yuliana Ortiz Ruano y por la abogada y autora Lois Nwadiaru.
Acompañadas por la artista visual Shaskya Hurtado Zambrano, Ortiz y Nwadiaru, las mujeres han narrado sus experiencias, sus memorias, sus saberes ancestrales.
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Ellas son Emily Ariana Herrera De La Cruz; Ivanna Mariela Vargas López; Jacqueline Milena Velarde Caicedo; Melany Julissa Mina Alarcón; Ana Belén Espinoza Chonillo; María Elvira Angulo Medina; María Cruz Sánchez Corozo; Inés María Santos Caicedo; Benilda Palacios y Kristhel Maholy Vernaza Sánchez.
Yuliana Ortiz, como directora, explica que trabajaron en tres momentos, el primero de ellos, los talleres de arte con Hurtado, que se extendieron durante varios meses en el museo Nahím Isaías, y que dieron como resultado la muestra.
El segundo fue un proceso que, en realidad, es el precedente, pues venía desarrollándose desde 2018 con un grupo más grande: la construcción de autohistorias, un concepto tomado de la escritora chicana Gloria Anzaldúa. “Ella propone hablar de los territorios y de los espacios, ya no desde el relato oficial, sino desde lo que cuentan las mujeres, y sobre todo las mujeres de color”.
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Y en tercer lugar está la exhibición tanto del libro resultante (Re-escribir, Re-habitar La Isla, Recodo Press) como de las creaciones e instalaciones en el museo.
“La muestra tiene este título porque con Shaskya Hurtado hemos venido realizando varios procesos (’Afrofuturismos: Tecno-poéticas ancestrales del porvenir’, en Quito) y hemos estado trabajando en el Museo del Carmen Alto en la resignificación de los signos de la Navidad desde las comunidades afrodescendientes. Ella llevó varios talleres para las señoras y para las artistas jóvenes y la pregunta que salió fue qué tipo de ancestros queremos ser”.
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Ortiz enfatiza en la importancia de entender que no todo lo que heredamos tiene que ser nuestro. “La memoria oral y los conocimientos y el trabajo también pueden ser algo para ir descartando según lo que necesitemos en nuestro presente”. Y el otro tema que les ocupa es dejar un buen legado. “Interesante, de liberación y de desobediencia para las comunidades afrodescendientes. Las piezas, que son en su mayoría instalaciones, dialogan y son resultado de esta pregunta”.
Hay dos piezas colectivas, y cada artista tiene una pieza individual. Ortiz, como investigadora, está interesada en los archipiélagos y en el papel de las mujeres de en la preservación de estos (“porque Trinitaria no es otra cosa que un archipiélago”). Y no solo preservación física.
“Muchas instituciones, sobre todo artísticas, van y hablan por las mujeres, las entrevistan, hacen libros y publicaciones, hablando por ellas”. Con Ancestras les han dado la posibilidad de producir y hablar por sí mismas.
Así, explica, se constata que las mujeres ayudaron a rellenar la isla antes de que llegara el relleno hidráulico. “Con su dinero, organizándose comunalmente en el barrio”. Diversas organizaciones civiles allí están dirigidas por ellas, pues han encontrado en el arte y en la cultura un espacio de resistencia a la violencia. “Este lugar que tiene la mujer afrodescendiente en Esmeraldas, en la Amazonía y en Guayas es un poco silenciado e invisibilizado por las narrativas oficiales”.
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Un libro y un compromiso social
El libro es la oportunidad de Ortiz de reflexionar sobre la lectura y la escritura como un derecho humano que en Ecuador no se cumple de manera integral, salvo excepciones. “Somos el país con menos bibliotecas de Latinoamérica. Las personas que vienen de archipiélagos, rurales pero también urbanos como Trinitaria, tienen una gran ausencia de espacios de lectura. Si nosotros podemos llevar esas herramientas de lectura y de escritura, muchas personas pueden acceder a ella y a la vez pueden intentar crear, saliendo de la idea de que solo ciertas personas podemos escribir”.
Con Re-escribir…, comparte, todo lo que ha hecho es presentar lecturas como referencia y luego editar. “Hemos hecho fotografía analógica para el libro y estamos trabajando en la publicación con Record Press, con fondos de Unesco y Feconic”. El libro estará en estanterías, con un tiraje de 200 ejemplares y un repositorio virtual donde se lo podrá leer de manera gratuita. El lanzamiento será el 17 de octubre a las 11:00 en el lobby del MAAC, y los presentes recibirán una copia hasta agotar existencias.
“Ojalá encuentre editores en otros espacios. Queremos que las voces de las compañeras lleguen a otros lugares”. Por eso tienen varios otros proyectos a futuro con el grupo, y se ha trabajado con otros fondos e instituciones, y con una fundación de mapeo de feminismos negros de Madrid. “Vamos a ir buscando”.
‘Ancestras’ permanecerá abierta al público hasta el 1 de febrero de 2026, en los horarios regulares del MAAC: de martes a domingo de 09:00 a 17:00 (último ingreso a las 16:30) y en feriados de 10:00 a 16:00 (último ingreso a las 15:30). (F)