El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, acudió a votar este domingo 16 de noviembre con una vestimenta que trascendió la moda y entró directamente en el terreno del simbolismo.
Eligió una camisa blanca estampada con aves fénix, mientras que su familia lo acompañó bajo el mismo código cromático: un blanco nítido, calculado y uniforme.
“La opción blanco en el tema político y de elecciones, en especial cuando se trata de una temática que gira en torno a la inseguridad, a la violencia. Este es un color que transmite transparencia, en un momento electoral, como es un plebiscito, transmite pulcritud y paz, que es lo que los ecuatorianos queremos”, explica José Hidalgo, asesor en imagen y marketing personal.
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Según la psicología del color, el blanco es más que una elección sobria. Es una tonalidad asociada al inicio, a la idea de un lienzo que se vuelve a escribir. En política, agrega Hidalgo, suele emplearse para transmitir neutralidad emocional y control, pero también para sugerir transparencia en momentos en que la opinión pública busca señales más allá de las declaraciones oficiales.
El estampado del fénix en la camisa presidencial añadió otra capa. El fénix -emblema universal del renacer- opera como un recordatorio narrativo de ciclos que se cierran y comienzos que se proyectan. Es una figura de resiliencia y con la capacidad de reconstrucción, temas que han atravesado el discurso del Gobierno en los últimos meses.
“Me parece ideal estos íconos tipo ave fénix de los niños, que diría es la representación de que estamos trabajando para el futuro del Ecuador que son nuestros niños y que en un par de décadas serán adultos y la población económicamente activa, y también son parte de lo que meses atrás mostró, que son sus tatuajes. Creo que el mensaje que quiere transmitir el presidente es que este es el inicio de un resurgir para el país y de la paz que los ecuatorianos queremos”, detalla el especialista. (I)
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