Michela Pincay se tomó las redes sociales para agradecer a sus seguidores y compartir lo que siente tras la muerte de su hermana mayor Iesmin, quien falleció el pasado 7 de mayo luego de una larga batalla contra el cáncer a la edad de 38 años.
La presentadora de TV decidió recordarla con un emotivo y sincero video publicado en Instagram en el que, visiblemente conmovida, comparte diferentes reflexiones y aprendizajes, además de hablar del difícil proceso que vivió durante la lucha de su hermana por su salud.
“Esta es la primera historia que les hago de frente y quiero agradecerles con todo mi corazón cómo me han apoyado, cómo me han acompañado en este proceso. Me pongo muy sensible cuando empiezo a hablarles y lo he tratado de evitar, pero bueno, ya no quiero posponer mis palabras porque esta es la única forma en la que puedo hacerlo, así que lo voy a hacer”, inició expresando la también empresaria en el clip que dura seis minutos.
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Pincay continuó sincerándose sobre su relación con Dios: “Ayer hablaba con alguien a quien quiero mucho y le explicaba que dentro de todo lo que pasó yo hablaba mucho con Dios y le decía, ‘Si tú dejas a mi naña acá, si tú permites que ella se sane, yo te prometo que voy a producir cada escenario que pueda para que tú te glorifiques en ella, para que sea testimonio vivo de de tu amor, dulzura, bondad y me costaba decirle a ella esas cosas porque veía todo difícil, ¿no? Pero confiaba. También le dije que si mi naña llegaba a irse, que igual yo iba a tratar de glorificarlo a través de acciones. Ahorita estoy tratando de encontrar esa manera”.
La comunicadora también habló del momento en el que supo que su hermana no sobreviría al cáncer. “Yo sentía que Dios me hablaba y que se manifestaba. Incluso cuando supe que mi hermana no se iba a quedar aquí, fue el día que vi estas maripositas, una se quedó en una plantita y la otra volaba. Yo dentro de mí deseaba que regresara y no regresó. Yo en ese rato entendí que eso era algo que tenía que ver mucho más allá de dos mariposas”.
La guayaquileña reconoció que aún le cuesta mucho expresarse y que aceptar la voluntad de Dios, aunque duela, es un acto de fe profunda, y que sigue en un proceso de entender el propósito de la situación, además de considerar que “hay momentos en los que la vida te pone a prueba” y es ahí cuando se debe “probar ese amor a Dios por sobre todas las cosas”.
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Ella finalizó afirmando: “Tengo mucho por agradecer a Dios y quiero que ustedes sepan a través de mí que Dios es maravilloso, increíble y muy bueno”. (E)