Lowis Ye representa a una generación de artistas caribeños que construyen carrera desde la constancia y la vulnerabilidad. Nacido en Los Mina, un barrio popular de Santo Domingo, empezó cantando en el coro de su iglesia y hoy es una de las voces jóvenes que comienza a abrirse espacio fuera de su país. Su reciente sencillo, Demasiado tarde, ha logrado posicionarse durante tres semanas consecutivas en el primer lugar del chart de artistas emergentes en Ecuador, un país que lo ha recibido con atención y afecto.

El tema fue escrito a finales del 2024 y producido en Punta Cana por Master Chris ‘El Científico’ y Orlando Brinn. A diferencia de otras baladas románticas, Demasiado tarde retrata un tipo de amor que no termina por desinterés, sino por valentía. “Es famosa la frase de que amar también es dejar ir, pero nadie habla del dolor que queda cuando lo haces”, cuenta Lowis. “La canción nació de una experiencia personal. No fue fácil escribirla, pero si el sentimiento no se siente, la canción no nace”.

Desde el barrio Los Mina, en Santo Domingo, hasta las radios de Ecuador: la voz de Lowis Ye se abre camino con una balada que habla de amor y renuncia. Foto: Cortesía

Su vínculo con Master Chris comenzó en 2023, cuando fue seleccionado entre más de tres mil aspirantes del formato musical La Nueva Cepa, impulsado por Premios HEAT. “A los productores había que mandar un demo, pero yo mandé ocho”, recuerda entre risas. “También envié una foto del closet donde grababa mis canciones. Desde ese momento él creyó en mí”.

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La conexión fue inmediata y se extendió más allá del concurso. “Master no solo es mi productor, también es un guía. No puedo comparar al Lowis que era hace dos años con el de ahora”, reconoce.

En esos campamentos de composición conoció también a Orlando Brinn, con quien trabajó la producción de Demasiado tarde. “La energía de Orlando es otra cosa. Hace una maqueta en quince minutos y ya casi suena lista. Aprendí de su rapidez y de cómo transmite emoción desde la técnica”, explica.

Lowis Ye compuso 'Demasiado tarde' desde una experiencia personal que, según dice, lo obligó a escribir “con el corazón roto pero con la mente en calma”. Foto: Cortesía

Durante esa etapa, Lowis también escribió para otros artistas. Entre ellos, participó como compositor en Pero no tanto, canción de Mar Rendón, a quien conoció durante La Nueva Cepa. “Esa experiencia me dio más que visibilidad; me dio una familia musical. Hoy sigo en contacto con varios compañeros de Perú, Colombia y Ecuador”, cuenta.

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Su evolución no fue inmediata, durante mucho tiempo, trabajó solo, grabando sus ideas sin mostrarle a nadie lo que hacía. “En los primeros campamentos me quedaba callado. Tenía miedo a que mis ideas fueran rechazadas”, admite. “Hoy agradezco todos esos ‘no’, porque si miro atrás puedo ver que las canciones que hacía antes no se comparan con las que escribo ahora, me hicieron crecer. Aprendí a desarrollar las ideas, a rimar distinto y a construir un concepto desde un punto A hasta llevarlo a un punto B y decir: ahora sí la canción suena.”

Ese aprendizaje lo acompaña en esta nueva etapa, donde la disciplina pesa tanto como la emoción. “Estoy en el estudio casi todos los días. No me interesa encasillarme en un solo género; lo importante es que lo que diga tenga verdad”, afirma.

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Lowis recuerda que antes de dedicarse de lleno a la música estudió contabilidad y trabajó en un taller de electrónica. “Soy técnico en electrónica y redes. Grababa videos cantando entre los equipos del taller. En cualquier sitio donde estaba, la música aparecía”, cuenta.

Esa convicción lo lleva ahora a preparar su primera gira internacional de promoción, que iniciará en Ecuador y continuará en Perú. En el recorrido presentará también una versión salsa de Demasiado tarde. “Algunos me dicen que con esa pueden bailar mientras se despechan, otros prefieren la acústica para escucharlo tranquilos. Las dos formas son válidas, cada quien vive la historia a su manera”, dice con una sonrisa.

Para el cierre de la conversación Lowis dice: “No hago esto por ego. Lo hago porque quiero que ese niño que cantaba en el coro se sienta orgulloso. Vengo de un barrio humilde y quiero demostrar que se puede salir adelante. Hoy mi música suena en Ecuador, y eso ya es un sueño cumplido”. (E)