El Miss Universo 2025 vive días turbulentos después de la final en Tailandia. Tras la renuncia de Olivia Yacé a su título de Miss Universo África y Oceanía, y en medio de las declaraciones de Raúl Rocha sobre las razones por las que Costa de Marfil no ganó, ahora es la representante de Portugal, Camila Vitorino, quien decidió hablar.
Vitorino afirmó que, por naturaleza, suele elegir el silencio, pero que esta vez necesitaba proteger su integridad. Declaró que durante toda la competencia cumplió con cada solicitud, estuvo puntual en cada ensayo y mantuvo una conducta profesional reconocida incluso por miembros del equipo.
Explicó que su entrevista privada tuvo como eje la maternidad, un tema que, según escribió, pudo haber sido interpretado como una desventaja pese a que compartió su historia personal y su proyecto social.
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Vitorino sostuvo que ya no se siente representada por los valores que la organización eligió promover. Considera injusto responsabilizar a 120 candidatas que, durante 20 días, enfrentaron presión e incertidumbre. Su mensaje buscó además inspirar a otras mujeres: insistió en que no deben elegir entre la familia y sus metas, y que pueden ocupar cualquier espacio sin renunciar a su identidad.
El comunicado de la portuguesa se suma a un escenario ya fracturado: Olivia Yacé renunció argumentando que necesitaba mantenerse fiel a sus principios, y las palabras de Rocha sobre las limitaciones de visado para Costa de Marfil generaron indignación mundial. Ahora, la reflexión de Vitorino alimenta un debate más amplio sobre el rumbo del certamen y la relación entre sus discursos públicos y su funcionamiento interno. (E)



























