En el competitivo universo de la estética médica, Sandra Villacrés ha sabido trazar una ruta propia, basada en la innovación tecnológica, la prevención y una visión integral del bienestar. Con más de dos décadas de experiencia, esta guayaquileña formada en Estados Unidos ha consolidado una carrera ejemplar que fusiona la ciencia y el cuidado de la piel con una profunda vocación educativa. A sus 63 años lidera Spotlight Beauty MD, una marca con presencia en Guayaquil y Quito que se distingue por ofrecer tratamientos regenerativos con tecnología de vanguardia.
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Su interés por este campo nació desde la experiencia personal: un diagnóstico de cáncer de piel por exposición solar la llevó a descubrir el potencial del láser estético. Esta vivencia fue el punto de partida para convertirse en una de las primeras especialistas certificadas en láser estético en Estados Unidos. Su formación como esteticista médica (CCE-CME) marcó el inicio de un camino que hoy la ubica como referente regional en rejuvenecimiento no invasivo.
Spotlight Beauty: más que estética, educación
En 2011 fundó Spotlight Beauty con el objetivo de crear un centro enfocado no solo en tratamientos efectivos, sino también en la educación sobre el cuidado de la piel. “Quería ofrecer un enfoque que combinara salud, prevención y estética”, sostiene.
La expansión a dos ciudades ecuatorianas reafirma el impacto y la acogida de su propuesta, centrada en resultados naturales, seguros y sostenibles. Uno de los tratamientos más representativos de su filosofía es Morpheus8, una tecnología que estimula el colágeno mediante microlesiones controladas. Villacrés destaca que este procedimiento refleja el espíritu de su centro: rejuvenecimiento progresivo, profundo y con una base científica sólida. Esta técnica se complementa con biorregeneradores y tecnología láser de última generación, enmarcando una oferta de cuidado integral.
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Para ella, el éxito de Spotlight Beauty también radica en empoderar a sus pacientes. Más allá de los resultados visibles, busca que cada visita sea una experiencia formativa. “Mi objetivo es que cada paciente comprenda la importancia del cuidado preventivo de la piel”, afirma. Este enfoque ha sido clave para consolidar una marca diferenciada en un mercado que, según Villacrés, ha evolucionado considerablemente: hoy, el público exige procedimientos con respaldo médico y conciencia a largo plazo.
Uno de los principales desafíos que ha enfrentado en el país ha sido precisamente educar sobre la diferencia entre cosméticos convencionales y cosmecéuticos de grado médico. Cambiar esa percepción ha sido un paso estratégico para posicionar sus servicios con seriedad y profesionalismo.
Visión de belleza auténtica y sostenible
Su visión de la belleza trasciende lo estético. La define como una combinación de salud, autenticidad y bienestar emocional. Esta idea se alinea con sus hábitos personales: ejercicio, meditación diaria y tiempo de calidad con su familia son parte de la rutina que la mantiene enfocada en una industria exigente. “He aprendido a organizarme, establecer límites y priorizar lo que realmente importa”, refiriéndose al equilibrio personal y profesional.
Villacrés también encuentra inspiración en la constante actualización. Participa en congresos internacionales y mantiene una red activa con colegas del sector, lo que le permite estar a la vanguardia en avances tecnológicos. Esa misma pasión la ha transmitido a su hijo, Andrés Romero, quien se ha sumado recientemente al equipo de Spotlight Beauty. “Es muy gratificante verlo integrarse y compartir juntos esta pasión”, comenta con orgullo. La continuidad generacional da forma a una nueva etapa de su proyecto, con la certeza de que el legado que inició hace años seguirá creciendo.
A lo largo de su trayectoria, Sandra Villacrés ha transformado su experiencia personal en una propuesta profesional sólida, ética y en evolución constante. Si pudiera dar un consejo a su versión más joven, sería: “Confía más en ti misma, no temas innovar. La constancia y la pasión abren caminos que muchas veces ni imaginamos”. Hoy, ese camino es un referente para quienes creen en una estética que pone la ciencia al servicio del bienestar integral. (I)