Su esposa estaba embarazada cuando en agosto del 2010 un joven agricultor de una de las comunidades de Cañar decidió viajar como indocumentado a Estados Unidos para reunirse con sus padres. Quería conseguir un trabajo, pero todo terminaría al llegar al municipio de San Fernando en Tamaulipas, estado mexicano, donde una banda de sicarios interceptó el vehículo en el que viajaba con otros 72 inmigrantes.