Tienen entre 12 y 18 años. Llegan derivados de planteles educativos o tras acudir a consultas en centros particulares sin obtener mejoría. Han consumido, en su mayoría, la llamada hache (heroína con sustancias neurotóxicas), pero también hay preferencias por THC (principio activo con efecto psicodélico de la marihuana), farmacodependencia (inductores del sueño), marihuana, alcohol, cocaína y otros como ketamina (sedante para animales).