Tras la recuperación de ventas con el que cierra el 2025 el sector automotriz, tras casi dos años de contracción, tiene perspectivas optimistas para el 2026. De acuerdo con la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), apuntan a la continuidad del ciclo de recuperación que comenzó a consolidarse este año. Se espera que las ventas de vehículos nuevos alcancen niveles cercanos a 127.000 unidades, con un crecimiento interanual estimado entre 4 % y 5 %.

Estas proyecciones se apoyan, según el gremio, en un entorno macroeconómico relativamente estable, una mejora gradual de los ingresos y la continuidad del crédito en condiciones favorables.

Este análisis de la Aeade se desprende del Balance y Perspectivas del Mercado Automotriz Latinoamericano, publicado por la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (Aladda), presidida por Genaro Baldeón, quien también es presidente ejecutivo de la Aeade.

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De acuerdo con el ejecutivo, el sector automotor de América Latina se ha consolidado como un pilar estratégico para el desarrollo regional, al facilitar la conectividad, dinamizar la actividad económica y ampliar las oportunidades de movilidad para la población. “Su incidencia alcanza la producción, el comercio, la logística y una amplia red de servicios que sostienen el funcionamiento cotidiano de nuestras economías”, destacó Baldeón.

¿Cómo cierra el 2025 el mercado ecuatoriano de vehículos nuevos?

El informe de la Aladda, basado en cifras de la Aeade, refleja que entre enero y noviembre de 2025 -último dato disponible-, las ventas de vehículos nuevos en el país alcanzaron 112.550 unidades, un incremento del 13,0 % frente al mismo periodo de 2024. No obstante, aún se sitúan 9,1 % por debajo de 2023 cuando se registraron 123.335 unidades.

En noviembre de 2025, las ventas mensuales alcanzaron 11.810 unidades, lo que representó un aumento del 46,3 % respecto al mismo mes del año anterior. Los vehículos livianos representaron el 84 % del total. Entre las cifras destaca el crecimiento del 28,6 % en ventas de los vehículos comerciales (camiones, buses y vans) que alcanzaron 17.478 unidades vendidas. Por ejemplo, solo en camiones las ventas aumentaron 35 %, según el gremio, como reflejo del dinamismo productivo y del crecimiento de las exportaciones.

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También está la acelerada expansión de los vehículos eléctricos e híbridos con alzas del 201,9 % y 38,8 % respectivamente. Las ventas de vehículos 100 % eléctricos alcanzaron las 3.753 unidades entre enero y noviembre (3,3 % del mercado), mientras que se vendieron 16.670 vehículos híbridos (14,8 % del mercado).

“Esta dinámica refleja cambios estructurales en las preferencias de movilidad, así como la incidencia de políticas comerciales y tributarias que han modificado la composición de la oferta disponible”, destacó el informe.

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Repunte de la economía se reflejó en sector automotor

Del documento se desprende que el desempeño del sector automotor en 2025 estuvo íntimamente ligado al entorno macroeconómico nacional. La economía ecuatoriana mostró un repunte significativo, con proyecciones de crecimiento que alcanzarían 3,8 % según el Banco Central del Ecuador (BCE), impulsadas por la recuperación del consumo privado, una mayor inversión privada, y un entorno internacional más favorable en términos de precios de sus principales productos de exportación.

Se destacó que la inflación se mantuvo en niveles moderados, lo cual contribuyó a mejorar la capacidad de planificación de hogares y empresas. Las tasas de interés — particularmente relevantes para la compra de bienes duraderos— se redujeron tras los ajustes de política monetaria aplicados en 2024, favoreciendo la contratación de créditos automotrices y el financiamiento de flotas empresariales.

Por otro lado, en el plano político, la Aeade resaltó que el 2025 estuvo marcado por un ambiente de estabilidad tras las elecciones de abril, que ratificaron a Daniel Noboa para un período presidencial completo.

“La continuidad en las reformas orientadas al desarrollo del mercado, a la modernización regulatoria y a la atracción de inversión generó un clima de mayor previsibilidad, condición indispensable para sectores con ciclos de inversión de mediano plazo, como el automotor. Esto permitió que consumidores y empresas retomaran decisiones de compra postergadas durante los dos años anteriores”, analizó el gremio.

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Crecimiento de la oferta china

Mientras, el reporte destacó que el mercado ecuatoriano se ha visto influenciado por el gran crecimiento de la oferta china. La participación de los vehículos producidos en China en el mercado ecuatoriano ha pasado de 6,6 % en 2015 a 25,5 % en 2020, y alcanzó 48,5 % en lo que va de 2025.

Este crecimiento, según la Aeade, responde a la tendencia de la oferta automotriz a nivel regional, donde el producto chino se consolida con una oferta cada vez más amplia en marcas originarias de China, que incorporan los últimos avances tecnológicos en términos de equipamiento y seguridad, junto con los precios más competitivos en cada segmento.

Además, 2025 corresponde al segundo año de desgravación arancelaria en el marco del acuerdo comercial firmado entre Ecuador y el gigante asiático; lo cual plantea un escenario de desviación de comercio inducido por los altos techos arancelarios (40 %) y una desgravación arancelaria al socio comercial dominante en el sector automotor.

“Las marcas originarias de China crecen significativamente en la participación del mercado ecuatoriano, pasando de un 5 % en 2014 a un 19 % en 2019 previo a la pandemia del Covid 19 y llegando al 37 % en lo que va de 2025”, destacó el gremio automotor.

Otro aspecto relevante es la creciente diversidad de marcas, que alcanzan 130 en el mercado ecuatoriano, una de las ofertas más amplias de América Latina. De acuerdo con la Aeade, este ingreso constante de marcas ha generado una disminución en la alta concentración que presentaba el mercado ecuatoriano hasta el 2016, donde las 5 primeras marcas representaban el 74,7% de las ventas, mientras que en la actualidad su cuota de mercado alcanza el 44,8 %. “Este fenómeno implica mayor competencia, rápida rotación de modelos, presiones sobre márgenes y la necesidad de profesionalizar las áreas de posventa y servicio técnico”, analizó. (I)