Gobiernos provinciales impulsan la terminación de la carretera Salcedo-Tena para unir por otra vía la Sierra centro con la Amazonía.

Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi, mencionó que esa ruta la inició el entonces presidente José María Velasco Ibarra, cuando abrieron los primeros 60 kilómetros usando pico y pala, por lo que faltan 48 kilómetros en una zona de montaña hacia Tena, en territorio de la provincia de Napo.

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Autoridades de Cotopaxi hicieron un recorrido hasta el kilómetro 60 de la carretera Salcedo-Tena, en el Parque Llanganates. Foto: Cortesía

Sostuvo que los kilómetros faltantes se terminarían cuando el Gobierno declare de interés nacional a fin de que el Ministerio de Ambiente apruebe su viabilidad técnica.

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Según ella, eso está en trámite porque fue remitido a la Presidencia de la República.

Pero para organizaciones locales e internacionales, la construcción tendría impactos irreversibles sobre los ecosistemas del Parque Nacional Llanganates, una de las áreas más biodiversas del país.

Aducen que el trazado recorrería cerca de 80 kilómetros dentro del parque, núcleo del corredor ecológico Llanganates–Sangay, esencial para la conectividad entre los Andes y la Amazonía.

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Además, que la vía provocaría la pérdida de más de 400 hectáreas de bosque nativo, la fragmentación de 6.300 hectáreas adicionales y la alteración de lagunas y humedales que abastecen de agua a más de 200.000 personas y diez sistemas de riego en Cotopaxi, Tungurahua y Napo.

En términos del valor económico de los servicios ecosistémicos afectados, como el almacenamiento de carbono y la provisión de agua, estiman que las pérdidas alcanzarían hasta los $ 400 millones.

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Como alternativa, plantean fortalecer el corredor Llanganates–Sangay, mejorar las vías rurales existentes y promover alternativas sostenibles que impulsen la bioeconomía y la conservación hídrica en la región.

David Suárez, antropólogo y quien forma parte de la fundación Pumamaqui, que se dedica a la conservación y educación ambiental, señaló que en el gobierno de Rafael Correa se diseñó una primera ruta, pero hubo estudios que demostraban su inviabilidad por la alta inversión, se atraviesa un área protegida lo que causaría degradación de la biodiversidad que afecta a las especies.

Adicionalmente habría riesgo con la calidad del agua que va al cantón Salcedo tanto para consumo como para riego, señaló.

Agregó que en la zona está la represa de Pisayambo, que es para la generación de energía que depende de los humedales del sector.

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En el caso del cantón Tena, dijo, por donde iría la ruta, los ríos son los proveedores de agua para la población local.

El experto mencionó que hay una emergencia hídrica por el avance de la minería ilegal, que causa contaminación en ríos con metales pesados.

Otra inquietud es que una eventual carretera facilitaría el acceso para que la minería pueda llegar no solo a la zona de amortiguamiento del Llanganates, sino que se adentre.

“Se quiere avanzar en esta carretera, a veces, incluso, obviando procesos de licenciamiento ambiental, procesos muy importantes de estudios de impacto”, expresó Suárez.

Tibán indicó que, en caso de que haya esa autorización estatal, el Gobierno debería hacerse cargo, pero si hubiese la viabilidad técnica, la Mancomunidad de Prefectos de la Zona Centro está dispuesta a poner la maquinaria. “Con $ 10 millones se llega a Napo”, añadió, porque destinarían ese dinero en pago de personal y combustible.

Sobre la alerta ambiental en la Salcedo-Tena, se preguntó cómo se abrieron los kilómetros iniciales que ya están y ni siquiera existe un estudio, porque mencionó que una delegación de Cotopaxi y de Napo hizo un recorrido por la zona y la conclusión es que faltan 48 kilómetros más o menos, aunque ella es partidaria de abrir una trocha o un camino angosto.

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Laguna de Pisayambo en las inmediaciones del Parque Nacional Llanganates.

“Ningún Gobierno ha querido terminar la vía (por) falta de concepción de que es una vía nacional”, dijo Tibán con pesimismo, no obstante, cree que sería una buena alternativa para que desde el centro del país se pueda llegar a la Amazonía, pues actualmente hay que ir por Puyo o por Baeza.

Estimó que el tiempo de Salcedo a Tena, de 100 kilómetros, sería de una hora y media aproximadamente cuando hoy se tarda seis horas.

Recordó que actualmente trabajan en la carretera Pangua-Ambato, a pesar de que no es competencia provincial ni de Cotopaxi ni de Tungurahua, argumentó.

La funcionaria indicó que hay un avance del 70 % de esa nueva vía a la Costa que será desde Ambato, pasando por Pangua y saldrá a Manta. Estaría lista para carnaval del 2026.

Agregó que en 2014 se hizo un estudio que determinó que el movimiento de tierra costaba $ 70 millones y estimó que las administraciones locales destinarían de 6 a 7 millones de dólares.

Consideró que es un aporte al Estado la utilización de su maquinaria para que haya ahorro, pero se requerirían unos $ 20 millones para asfalto con lo que la nueva carretera estaría lista. (I)