Los padres de Josué, Nehemías, Ismael y Steven llegaron a las instalaciones de la Unidad Judicial del Albán Borja, en el norte de Guayaquil, cerca de las 08:00.

Arribaron juntos y en los rostros se evidenciaban el cansancio y la preocupación acumulados tras más de un año de lucha.

Ingresaron de manera apresurada, sin voltear mucho la mirada hacia el exterior, donde decenas de personas los aguardaban con carteles de apoyo y solidaridad.

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La audiencia realizada la mañana de este lunes, 22 de diciembre, fue distinta a las anteriores diligencias, ya que en esta se determinó la situación legal de los 17 militares acusados de la desaparición forzada de los cuatro adolescentes.

El Tribunal declaró culpables a 16 militares por el delito de desaparición forzada.

De ellos, once fueron condenados a 34 años y ocho meses de prisión, incluido el jefe de la patrulla, mientras que cinco cooperadores eficaces recibieron una pena de 30 meses.

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En tanto, el teniente coronel Juan Francisco I. M. fue absuelto.

Tras conocerse la sentencia, Ronny Medina, padre de Steven, el menor de los adolescentes, expresó su reacción con evidente tristeza.

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“Sé que esto no nos va a devolver a nuestros hijos, pero por lo menos es algo”, manifestó con un tono de voz cargado de dolor.

Medina relató cómo han enfrentado este proceso durante el último año.

“Ha sido un año demasiado largo, doloroso y muy difícil para nosotros”, indicó.

Para él y para el resto de padres, uno de los objetivos principales ahora es lograr la reparación integral de la memoria y dignidad de los cuatro chicos.

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Según explicó, al inicio del caso existieron numerosos señalamientos negativos que afectaron gravemente la imagen de los adolescentes.

“Al inicio, muchos medios se encargaron de señalarlos como delincuentes”, se sumó a esta expresión Fernando Bastias, del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH).

Por otro lado, Medina agregó que tanto él como los otros padres fueron discriminados por su raza y su condición económica.

“Todo este año que hemos pasado nos han discriminado a nosotros y a nuestros hijos. Ellos eran niños sanos, estudiantes e inocentes. De corazón, sí deseamos unas disculpas públicas por todo el daño que nos hicieron a nuestra familia”, expresó.

Finalmente, Ronny Medina agradeció por el fallo judicial.

“Fue algo muy difícil y doloroso para nosotros, pero agradecemos a papito Dios por haber hecho justicia”, dijo.

También expresó su gratitud hacia su defensa legal y a la ciudadanía.

“Agradecido con mis abogados y con todo el pueblo ecuatoriano que siempre ha estado apoyando”, concluyó. (I)