Lo que era un día soleado, con personas caminando en camiseta, comiendo un helado o buscando lugares con sombra, se convirtió en una ciudad cubierta por un cielo oscuro, neblina en las montañas y pequeñas gotas de lluvia que incrementaron su nivel y fuerza en cuestión de segundos.
Así cambió el panorama en la ciudad de Quito la tarde de este viernes, 21 de noviembre.
El agua cayó perpendicularmente y más de uno se levantó de su puesto de trabajo y se acercó a las ventanas para apreciar cómo las calles y aceras se pintaron de blanco por la intensa granizada que sorprendió a los habitantes de la capital.
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En el sector de la avenida Tandazo, la calle Jorge Washington y Amazonas, el Mercado San Sebastián, el Trébol, el coliseo General Rumiñahui, parque Itchimbía, la avenida Colón, la 10 de Agosto, 6 de Diciembre y la avenida América, se evidenció un flujo vehicular lento por la tormenta eléctrica y la fuerza de la lluvia que descendió alrededor de las 15:00.
Un total de 12 emergencias se reportaron por parte del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) de la capital.
Equipos de bomberos, Empresa de Agua y Agencia de Tránsito se encargaron de atender las novedades que se concentraron en la Delicia, Calderón, Los Chillos, Eugenio Espejo, Eloy Alfaro y Tumbaco.
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Hubo ocho reportes de inundaciones, un colapso estructural, un movimiento de masa y dos zonas con desbordamiento de quebradas.
Un panorama similar se vivió la tarde y noche del jueves, 20 de noviembre, cuando un refugio de animales de compañía se vio afectado por la granizada y la lluvia.
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Sus propietarios mencionaron que fue tan fuerte el aguacero que hubo daños en las casas de los perros y la infraestructura del lugar, donde tenían almacenada comida, frazadas y artículos varios.
De igual forma, un ciudadano del sector del valle de Tumbaco expuso la magnitud de la lluvia. Adriana Pozo, arquitecta de profesión, difundió un video en el que, junto a los maestros de obra, tuvieron que refugiarse ante la fuerza del agua.
Ella contó que las excavaciones se perjudicaron porque se inundaron. (I)
