Decenas de personas, en su mayoría mujeres, se reunieron este viernes 19 de diciembre en los bajos de la Fiscalía de Quero, portando camisetas y globos blancos, para pedir justicia por el asesinato de Alison Altamirano Poveda, registrado el pasado 23 de noviembre en el cantón Cevallos, en el sur de Tungurahua.
Desde Tena, provincia de Napo, de donde era oriunda Alison, llegaron familiares, además de amigos, representantes de organizaciones sociales e incluso Lady Sánchez, concejala del cantón de la Amazonía, para sumarse al plantón y recorrido por las calles de Quero.
“Ni silencio ni miedo, que la justicia sea para todas”, “Por tu vida y por tu voz silenciada”, “Justicia, verdad y reparación”, “Aquí estamos, aquí seguimos, justicia para Alison”, “Alison presente, ahora y siempre” fueron parte de las frases en las pancartas.
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Los familiares y allegados partieron desde la Fiscalía en marcha hasta la unidad judicial multicompetente de Quero, donde este viernes se tenía previsto que se realizara la audiencia para conocer la apelación en contra de la prisión preventiva interpuesta por los defensores de dos de los cuatro detenidos como sospechosos del delito de femicidio.
“Fue la ausencia del defensor técnico del procesado Steven P. D., por esa razón lo sancionaron con un salario básico unificado y señalaron la diligencia para el lunes (21 de diciembre) al mediodía”, manifestó Alejandro Torres, parte de la defensa de la familia de la víctima.
Durante la concentración se recordó la forma cruel como habrían terminado con la vida de Alison. Luego de ahorcarla, habrían intentado desmembrarla presumiblemente con la finalidad de hacer desaparecer el cuerpo.
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Buscan la pena máxima
“Estamos propiciando que los elementos de convicción sean suficientes y necesarios, no solamente para demostrar el delito de femicidio, sino también los agravantes, para que se les imponga la pena máxima, que debería ser por lo menos 34 años", aseveró Torres.
Durante el plantón y la marcha fueron diversos los momentos en los que los padres de la víctima, Tomás y Magaly, se quebraron sin poder contener el dolor por la forma como terminaron con la vida de su hija.
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Ella había llegado desde Tena para estudiar en la universidad y el día del hecho fue invitada a una celebración por parte de sus victimarios.
“Fue cruel lo que le hicieron porque después de muerta intentaron desmembrarla para desaparecer su cuerpo a pesar de que dos de ellos eran sus amigos. Pero ahora queremos que se haga justicia, hasta para que mi hija descanse en paz”, manifestó la progenitora. (I)























