En medio de la adversidad, las clínicas y hospitales privados se han convertido en centros de investigación, formación y desarrollo tecnológico que apuntan hacia una atención más humana, moderna y sostenible.
Ana Delgado Cedeño, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (ACHPE), sostiene que la investigación médica es la fuerza que impulsa al sector. “A pesar de las dificultades financieras, nuestros médicos no se detienen. Siguen investigando, buscando soluciones y aplicando los avances científicos en beneficio de sus pacientes”, afirma.
En Loja, el doctor Daniel Aguirre, Ph. D. en Ingeniería Eléctrica y experto en procesamiento de imágenes de resonancia magnética, lidera la revista científica Indexia del Hospital Clínica San Agustín, que celebra su edición número 14. Bajo su guía, especialistas de diversas áreas han desarrollado investigaciones sobre pancreatitis infantil, lipomas testiculares o algoritmos médicos en pediatría, fomentando una cultura científica.
En Guayaquil, el doctor Killen Briones, neumólogo e intensivista del Omni Hospital, estudia infecciones multirresistentes en unidades de cuidados intensivos, ventilación mecánica y neumonía nosocomial, además de secuelas respiratorias post-COVID-19. En Quito, el doctor Aníbal Riofrío, neuropsiquiatra y director médico del Hospital Terralegre, lidera una actualización constante en los tratamientos psiquiátricos.
Tecnología que salva vidas
Delgado Cedeño comenta también que el Hospital Metropolitano de Quito continúa marcando pauta con su cirugía robótica Da Vinci y su Centro Integral de Cáncer, reconocidos por su excelencia y acreditaciones internacionales. Su nueva sede, dentro del proyecto San Patricio Smart Living, abrirá en diciembre de 2026. Con una inversión cercana a los $ 95 millones, dispondrá de 75 camas, 14 cubículos de emergencia, 13 camas UCI, seis quirófanos inteligentes y dos torres médicas con más de 300 consultorios.
En Cumbayá, el Hospital de los Valles avanza en una renovación tecnológica integral: moderniza sus sistemas informáticos, amplía Neonatología y la UCI Pediátrica, realiza trasplantes renales y cirugías complejas como la de columna avanzada. Su angiógrafo biplano permite visualizar con precisión el sistema vascular en 3D, herramienta clave para tratar aneurismas y accidentes cerebrovasculares.
Por su parte, el Hospital Vozandes Quito inauguró en septiembre de 2025 la Bless Health Tower, una torre clínica con más de 80 especialidades distribuidas en cinco pisos. Este nuevo espacio duplicará la capacidad de atención y fue diseñado bajo principios de sostenibilidad, logrando la certificación EDGE por su eficiencia en el uso de recursos.
A pesar de los avances, la investigación médica enfrenta obstáculos estructurales. Según Delgado, uno de los mayores retos es la falta de alianzas científicas, académicas y económicas que impulsen la formación y producción de conocimiento. A ello se suma la crisis de liquidez derivada de las deudas del Estado con las instituciones privadas, lo que limita la inversión en investigación. “La alta deuda pública frena proyectos y desmotiva la investigación, pero seguimos insistiendo en el diálogo y la cooperación como el camino para salir adelante”, añade.
El panorama sanitario refleja un equilibrio delicado. De los 621 establecimientos con internación, el 68 % pertenece al sector privado, que aporta el 40 % de las camas hospitalarias y atiende al 88 % de los pacientes renales. Sin embargo, Delgado señala que el problema no radica en la capacidad instalada, sino en la falta de articulación entre los actores del sistema. Lo que hace falta, dice, es coordinación, financiamiento y planificación eficiente. “Si logramos eso podremos garantizar el acceso universal a la atención médica”, afirma la directora de ACHPE.
Para ella, el financiamiento adecuado, una presupuestación responsable y una gestión eficiente del gasto son pilares esenciales para superar la fragilidad sanitaria actual.
Fortalecer la primera línea
El primer nivel de atención, encargado de resolver el 80 % de las necesidades sanitarias de la población, atraviesa una crisis silenciosa. “Este nivel es la puerta de entrada al sistema. Si no funciona bien, todo colapsa”, explica Ana Delgado. ACHPE propone fortalecerlo con personal capacitado, suficientes insumos, medicamentos y herramientas digitales, además de priorizar la promoción de la salud preventiva. De los 4.136 establecimientos existentes, más de 3.500 no cuentan con internación, y la mayoría pertenece a la red pública, aunque muchos necesitan ser repotenciados.
Enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica avanza en Ecuador a un ritmo superior al recomendado por la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, con una tasa de incidencia de 206 pacientes por millón de habitantes y una prevalencia de 1.074 por millón. Según datos del Ministerio de Salud Pública, en 2024 un total de 19.272 pacientes recibían terapia dialítica; de ellos, 16.959 (88 %) eran atendidos por centros privados de diálisis, mientras que la red pública atendía a 2.313 pacientes. En el país existían 3.770 puestos de hemodiálisis, de los cuales 3.287 pertenecían al sector privado y 483 al público. (I)

















