El primer ataque exitoso de Rusia contra un edificio gubernamental en el centro de Kiev ha aumentado los temores sobre la capacidad de Ucrania para contrarrestar los cada vez más intensos ataques aéreos rusos, lo que ha provocado llamamientos urgentes de los líderes ucranianos a sus socios internacionales para el refuerzo del apoyo a la defensa aérea.
El ataque récord de Rusia el domingo con 810 drones y 13 misiles es una señal de su objetivo constante de abrumar las defensas aéreas de Ucrania, ya sobrecargadas, declaró a EFE el analista militar Oleksandr Kovalenko, del Grupo de Resistencia Informativa.
El experto cree que Moscú atacó deliberadamente la sede del gobierno para vengarse de los dolorosos ataques ucranianos contra refinerías de petróleo rusas e incrementar al mismo tiempo la presión sobre Kiev para que acepte sus ultimátums.
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Kovalenko y otros expertos advierten de que es probable que se produzca pronto otro ataque a gran escala, con Rusia decidida a lanzar este tipo de acciones cada pocos días y con más de 2.800 drones Shahed y réplicas en la reserva.
Escalada de las tácticas rusas
En medio de la escalada, ambas partes continúan una carrera dinámica para adaptarse a las tácticas cambiantes del otro.
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“Ni siquiera la red de defensas aéreas más avanzada y estratificada puede garantizar una protección completa”, subrayó Kovalenko en referencia al ataque contra el edificio del gobierno.
Vadim Skibitski, subdirector de la Inteligencia Militar de Ucrania (GUR), declaró el domingo a la agencia Ukrinform que Rusia perfecciona continuamente sus misiles y drones para hacerlos menos vulnerables a las defensas aéreas ucranianas y más destructivos.
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Según funcionarios y expertos ucranianos, los drones rusos cambian con frecuencia de trayectoria, vuelan a altitudes inusualmente altas o bajas y portan dispositivos avanzados, a menudo de origen occidental, que los guían hacia los objetivos previstos a pesar de las interferencias radioelectrónicas.
En agosto, el 17 % de los drones suicidas de largo alcance burlaron las defensas ucranianas, frente al 3 % en enero, aunque la tasa se ha estabilizado desde marzo, cuando no se interceptó el 15 %.
Ucrania, en tanto, se enfrenta a una escasez de sistemas de defensa aérea de corto, medio y largo alcance, así como de defensas radioelectrónicas, señala Kovalenko. Esto significa que cada vez más drones rusos pueden evadirlos al tiempo que aumenta la escala de los ataques.
Además, esto obliga a Ucrania a mantener los sistemas disponibles cerca de los objetivos clave de Rusia y de las zonas densamente pobladas, en lugar de interceptar los drones y misiles en su camino a través del territorio ucraniano.
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Aun así, Ucrania también interceptó una cifra récord de 747, o el 92 % de todos los drones rusos lanzados el domingo, lo que demuestra un progreso significativo en sus capacidades de defensa aérea, señaló Kovalenko.
Fortalecimiento de las defensas
En particular, el presidente Volodímir Zelenski informó el domingo por la noche que más de 150 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados mediante drones interceptores, una tecnología que surgió para hacer frente a la escasez de sistemas convencionales y adaptarse a las tácticas cambiantes de Rusia.
Entre el 50 % y el 70 % de estos interceptores alcanzan con éxito sus objetivos, según el bloguero militar Serguí Sternenko, quien ayuda a equipar a las fuerzas ucranianas con este tipo de aparatos a través de la financiación colectiva.
Rustem Umérov, jefe del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, anunció una reunión de los máximos dirigentes políticos y militares del país esta semana para centrarse en aumentar la producción de drones interceptores.
Ucrania también está desplegando modernos aviones de combate, como los F-16, para contrarrestar drones y misiles, según Yuri Ignat, portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania.
“Carecemos de recursos, pero estamos trabajando para aumentar nuestras capacidades, tanto con apoyo internacional como con producción nacional”, subrayó Kovalenko a EFE.
Amenazas inminentes
Los analistas advierten de que los ataques rusos tienen como objetivo sembrar el miedo entre los ucranianos para presionarlos a aceptar el ultimátum de Moscú. Kovalenko también destacó un renovado objetivo en la infraestructura energética de Ucrania.
El lunes, la central térmica de Tripilia, en la región de Kiev, fue atacada con drones Shahed, tras una serie de ataques en todo el país en las últimas semanas, que hasta ahora solo han causado breves cortes de electricidad a nivel local.
Rusia está produciendo 6.000 drones de este tipo al mes y, aunque los aparatos aéreos no tripulados son su arma preferida, también mantiene una producción de misiles suficiente para llevar a cabo ataques aéreos combinados, señala Kovalenko.
Exitosas operaciones ucranianas, como ‘Telaraña’, han tenido como objetivo la aviación estratégica de Rusia, lo que ha obligado a Moscú a utilizar con moderación su anticuada flota aérea, capaz de lanzar misiles de crucero.
No obstante, Rusia todavía puede apoyarse en los misiles Iskander-M, Iskander-K y Kinzhal, ya que Ucrania sólo cuenta con un número limitado de sistemas Patriot, capaces de interceptarlos de forma fiable. (I)