El presidente estadounidense, Donald Trump, y el alcalde electo de Nueva York, el demócrata Zohran Mamdani, prometieron el viernes trabajar juntos tras una reunión en la Casa Blanca en la que se mostraron sonrientes ante las cámaras a pesar de meses de enfrentamientos.
“Vamos a ayudarlo a hacer realidad el sueño de todos: tener una Nueva York fuerte y muy segura”, dijo Trump después de un encuentro en la Oficina Oval que Mamdani describió como “muy productivo” y en el que prometieron trabajar juntos por el futuro de esa ciudad.
Mamdani, un político de 34 años que se autodefine como socialista, pasó de ser un desconocido a ganar la alcaldía de la capital financiera de Estados Unidos a principios de este mes.
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Durante la campaña, el joven demócrata enfrentó a Trump en una dura guerra de palabras, al comparar al republicano con “malos propietarios... que se aprovechan de sus inquilinos”.
En Washington se esperaba un enfrentamiento con el líder republicano, quien a su vez había calificado al alcalde electo de “comunista” y sugirió que Mamdani, nacido en Uganda, debería ser deportado.
Pero la reunión fue en cambio el epítome de civilidad. Un Trump sonriente elogió la histórica victoria electoral de Mamdani, dijo que podría hacer un “gran trabajo” y lo llamó “un hombre que realmente quiere ver a Nueva York ser grande nuevamente”.
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El alcalde electo subrayó que su reunión “no se centró en los puntos de desacuerdo, que son numerosos”, sino en su “objetivo común de estar al servicio de los neoyorquinos” para combatir el alto costo de vida, su gran promesa de campaña.
Durante su aparición conjunta frente a las cámaras, Trump, él mismo neoyorquino, casi pareció poner bajo su ala al demócrata, al predecir que “sorprenderá a algunos conservadores”.
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“No es tan insultante”
Consultado sobre comentarios pasados de Zohran Mamdani, quien lo había calificado de “déspota”, Donald Trump, quien puede ser muy rencoroso, respondió: “Se han dicho cosas mucho peores de mí que ‘déspota’. Así que no es tan insultante. Tal vez cambie de opinión”.
El republicano, siempre ávido de atención mediática, se congratuló del interés suscitado por este encuentro, que provocó una afluencia particularmente grande de periodistas a la Casa Blanca.
Mamdani señaló que muchos neoyorquinos habían apoyado a Trump en las elecciones presidenciales de 2024 “debido a ese enfoque en el costo de vida”.
Todo esto estaba muy lejos de los ataques que habían intercambiado antes de la reunión.
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Más allá de burlarse del nombre surasiático de Mamdani, el presidente había insinuado recortes en la financiación federal e incluso despliegues de la Guardia Nacional, una táctica que utilizó contra otras ciudades demócratas.
Para los neoyorquinos, eso podría significar miles de millones de dólares perdidos y tropas en las calles una vez que Mamdani, que está listo para convertirse en el primer alcalde musulmán de la ciudad, asuma el cargo.
El ascenso de Mamdani ha sido nada menos que electrizante.
Prácticamente desconocido hace un año, irrumpió con una campaña que prometía congelar los alquileres y hacer gratuitos los autobuses públicos.
Sin embargo, el progresista ha mostrado destellos de pragmatismo que tranquilizan a los centristas recelosos de un cambio radical. (I)
























