Un grupo de astrónomos captó una imagen impactante del cometa interestelar 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema Atlas (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System).
En la nueva observación, realizada el 27 de agosto de 2025 desde el telescopio Gemini South, ubicado en el cerro Pachón, en Chile, se aprecia el crecimiento de la característica cola de este cuerpo celestial.
El registro fotográfico tiene un gran valor científico: muestra cómo este objeto comienza a liberar material al acercarse al Sol, dejando tras de sí una huella brillante que fascina a los astrónomos y al público general.
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3I/Atlas se encuentra actualmente a unos 670 millones de kilómetros de la Tierra y continuará su trayecto hasta abandonar nuevamente el sistema solar. Su aproximación más cercana al Sol será el 30 de octubre, cuando se ubique a unos 210 millones de kilómetros, dentro de la órbita de Marte.
Cuando cometas como este se aproximan al Sol, la radiación solar provoca que los hielos en su interior se sublimen, liberando material que forma la coma (el halo brillante que rodea al núcleo) y su cola.
En la imagen obtenida por Gemini South, la amplia coma y la cola del objeto se distinguen con claridad, extendiéndose por alrededor de 1/120 de grado en el cielo.
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“Este cometa es a la vez un hito científico y una fuente de asombro”, señaló la astrónoma Karen Meech, de la Universidad de Hawái, al destacar la importancia de la imagen.
3I/Atlas es apenas el tercer objeto interestelar detectado en nuestro sistema solar. Su retrato, logrado gracias a la colaboración de científicos y estudiantes, simboliza un momento único.
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Las observaciones revelan que la composición química de 3I/Atlas es similar a la de los cometas del propio sistema solar. Esto sugiere que los procesos que dieron origen a planetas y asteroides en torno al Sol hace 4.600 millones de años son comunes también en otros sistemas planetarios.
La captura de estas imágenes fue posible gracias a la iniciativa Shadow the Scientists, que conecta a la ciudadanía con proyectos de investigación astronómica reales, como el seguimiento de cometas con telescopios de clase mundial.
Aunque 3I/Atlas representa ningún riesgo para la Tierra, los científicos continuarán observándolo hasta septiembre, cuando su proximidad al Sol lo hará momentáneamente invisible. Se espera que vuelva a ser observable a inicios de diciembre, ofreciendo una nueva oportunidad para analizar a este raro mensajero interestelar antes de que se pierda en las profundidades del espacio. (I)