La administración de Donald Trump perdió una batalla, después de una extendida racha de victorias, ante la Corte Suprema. Esta vez, pese a la petición oficial de desestimar una demanda relacionada con la libertad de expresión de los jueces de inmigración, la justicia aprobó darle continuidad.
Los jueces de inmigración son empleados del Departamento de Justicia y la orden gubernamental es aplicar ciertas restricciones sobre lo que los jueces de inmigración pueden decir públicamente. El estatuto los obliga a buscar aprobación previa a sus discursos sobre funciones oficiales.
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De acuerdo a lo reseñado por The Hill, La Asociación Nacional de Jueces de Inmigración (NAIJ) aseguró que esta política viola la Primera Enmienda. Por ello, solicitaron a la Corte denegar la solicitud de la administración.
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¿Cuáles han sido las reacciones?
“La Corte Suprema hizo bien en rechazar la solicitud del gobierno de suspender los procedimientos. Las restricciones a la libertad de expresión de los jueces de inmigración son inconstitucionales y es intolerable que esta restricción previa siga vigente”, declaró Ramya Krishnan, abogada del Knight First Amendment Institute, que representa a la asociación de jueces.
Por su parte, el Procurador General, D. John Sauer, consideró que el fallo menor “obstaculizaría indefinidamente a la MSPB”. La MSPB es el sistema interno administrativo a través del cual el gobierno pretendía que se resolviera el impase.
A pesar de que la mayoría de las 32 solicitudes de emergencia interpuestas por Trump -en su período vigente- ante los jueces han fallado a su favor, este caso atípico representa un inusual revés que permitirá redefinir los límites constitucionales de la libertad de expresión.
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