Ya han pasado más de cinco años y medio desde que Daniel Josué Salcedo Bonilla saltó a la palestra pública por su intervención en una trama de corrupción armada en plena pandemia de coronavirus o COVID-19, en torno a contratos por la venta de insumos médicos con sobreprecio en hospitales públicos de Guayaquil, entre ellos el Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).