La Conferencia Episcopal Ecuatoriana hizo un llamado al diálogo entre las autoridades del Gobierno y los sectores sociales y una vez más, tal y como ocurrió en 2019 y 2022, se ofreció a acompañar “el camino hacia la reconciliación” en medio del paro nacional de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en contra de la eliminación del subsidio al diésel.
La Iglesia ha actuado como mediadora en los más recientes paros nacionales del país.
En 2019, facilitó el diálogo entre el Gobierno de Lenín Moreno y los sectores movilizados, lo que derivó en la derogación del Decreto 883 que eliminaba el subsidio a los combustibles.
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En 2022, intervino nuevamente durante el paro liderado por tres movimientos indígenas, coordinando las negociaciones que resultaron también en la derogación del Decreto Ejecutivo 95 con el que se congeló el precio de las gasolinas.
A través de un comunicado, emitido este miércoles, 1 de octubre de 2025, los obispos del Ecuador invitaron a las autoridades públicas, movimientos y organizaciones sociales, actores económicos y ciudadanía en general a dialogar y cooperar para encontrar una salida a las protestas.
La reacción de la iglesia surge en el marco del décimo día de paro nacional, que la Conaie inició el pasado 22 de septiembre, en contra de la medida del Ejecutivo, que ha tenido como epicentro la provincia de Imbabura y que, hasta el momento, ha dejado un muerto y más de un centenar de heridos entre manifestantes, policías y militares.
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“Queridos hermanos, los obispos del Ecuador seguiremos contribuyendo con nuestra palabra y nuestra acción en trazar caminos de diálogo y reconciliación, asegurándole al Ecuador un futuro en el que todos encuentren oportunidades de desarrollo y progreso”, afirmó la CEE.
La Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME) fue la que desde hace días sugirió que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) lidera la instalación de mesas de diálogo entre el Gobierno y los movimientos sociales en un espacio independiente e institucional.
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¿Cómo fue el papel de la iglesia en los paros de 2019 y 2022?
Paro de octubre de 2019
En octubre de 2019, Ecuador vivió una ola de movilizaciones a nivel nacional realizadas a partir del 2 de octubre hasta el 13 de octubre de 2019. Los acontecimientos resultaron en ocho muertos, 1.340 heridos y 1.192 personas detenidas a nivel nacional.
Estas protestas fueron convocadas por diversos sectores sociales en respuesta a la eliminación del subsidio a los combustibles, medida anunciada por el entonces presidente Moreno. Las manifestaciones incluyeron bloqueos de carreteras, enfrentamientos con las fuerzas del orden y una fuerte presencia de pueblos indígenas en las calles.
Ante la escalada del conflicto, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, junto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), asumió el rol de mediadora. Se estableció una mesa de diálogo en la que se discutieron las demandas de los sectores movilizados y las respuestas del gobierno.
Este proceso culminó con la derogación del Decreto 883, que eliminaba el subsidio a los combustibles.
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Paro de junio de 2022
En junio de 2022, Ecuador nuevamente enfrentó un paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y otros movimientos sociales, en protesta por diversas políticas gubernamentales.
Las movilizaciones incluyeron bloqueos de vías, tomas de instalaciones públicas y de nuevo enfrentamientos con las fuerzas del orden. En ese año, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, reportó que seis personas murieron en el contexto del paro y 335 manifestantes resultaron heridos.
En este contexto, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana fue nuevamente solicitada para mediar en el conflicto. El 30 de junio de 2022, tras 18 días de movilizaciones, se firmó un “Acta por la Paz” en la sede de la Conferencia Episcopal, con la presencia de representantes del Gobierno del presidente Guillermo Lasso y de las organizaciones sociales.
Entre los acuerdos alcanzados, se incluyó la reducción del precio de los combustibles, la focalización de los subsidios y la derogación del Decreto Ejecutivo 95.
Luego se instalaron mesas de diálogos con delegados del Gobierno, de los movimientos indígenas y de la Iglesia, esta última como observadora. Se llegaron a 218 consensos, pero estos no se implementaron completamente.
(I)