Estaba concentrado en el mantenimiento de su vehículo pesado cuando la muerte le llegó sin aviso. Así se desarrolló la noche de terror en el sector La Conaca, en Pasaje, donde Jorge Luis Pacuruco Jiménez, de 34 años, perdió la vida en un ataque armado, según la policía, direccionado.

El hecho delictivo ocurrió cerca de las 20:30 del domingo, 26 de octubre, a pocos metros del cementerio general.

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Pacuruco, quien trabajaba como conductor de volquete, realizaba ajustes mecánicos en la parte externa del automotor cuando fue interceptado.

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Según testigos, una motocicleta se acercó lentamente al lugar. Sin pronunciar palabra, el acompañante –vestido con una chompa rosada– descendió y disparó en repetidas ocasiones contra el hombre, dejándolo gravemente herido sobre la vereda.

El sonido de los proyectiles sorprendió a los vecinos, quienes escucharon las detonaciones y salieron alarmados.

“Solo escuchamos los estruendos, y cuando salimos, el señor ya estaba en el piso. Los tipos se fueron a toda velocidad”, relató un vecino aún conmocionado por la escena.

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La comunidad insistió en que el ataque fue directo y aparentemente planificado.

Tras el crimen, los responsables huyeron en la motocicleta con rumbo desconocido. En el sitio quedaron al menos diez indicios balísticos calibre 9 mm, que fueron levantados por agentes de Criminalística como parte de la investigación.

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Cuando arribó la Policía Nacional se confirmó que Pacuruco ya no tenía signos vitales. El área fue acordonada y el procedimiento fue puesto en conocimiento del fiscal de turno, quien dispuso las diligencias legales correspondientes. El cuerpo fue trasladado al centro forense para los trámites posteriores.

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Allegados de la víctima aseguraron no conocer de amenazas previas. Un pariente, quien brindó su versión, sostuvo que él se encontraba trabajando y que nada hacía presagiar un ataque de esta naturaleza. “No tenía problemas con nadie”, expresó con desconcierto. (I)