Jugando en Guayaquil, ante estadio casi lleno, la selección nacional venció por 1-0 a su similar de Argentina, vigente campeona del mundo. En junio, en el mismo estadio del llano, la Tricolor empató a 0 con Brasil, una divisa que ha ganado la Copa del Mundo cinco veces. Y empiezo con esos datos obvios mi columna porque en Guayaquil nadie ha olvidado las poco felices expresiones de Carlos Sevilla Dalgo, exentrenador de la Selección, dichas después de la decisión de la Federación Ecuatoriana de Fútbol de jugar los dos últimos encuentros de la eliminatoria en una ciudad que está a 4 metros sobre el nivel del mar.