Después de casi dos años de investigaciones federales, allanamientos y un juicio seguido de cerca por la industria del entretenimiento, el proceso penal contra Sean Combs terminó con una sentencia muy distinta a la que se anticipaba cuando estalló el escándalo.

El rapero no fue condenado por conspiración criminal ni por tráfico sexual, delitos que podían implicar cadena perpetua. Esos cargos fueron descartados antes del fallo. Finalmente, el tribunal lo declaró culpable de dos cargos federales por transporte con fines de prostitución, vinculados a hechos ocurridos durante encuentros privados organizados por el artista.

Foto: AFP

Por esos delitos, la corte le impuso 50 meses de prisión y una multa de $ 500.000. Combs fue detenido en septiembre y permanece recluido en una prisión federal de Brooklyn. Según el cómputo actual de la condena, su liberación está prevista para junio de 2028, salvo que existan ajustes disciplinarios o resoluciones posteriores.

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El juicio se centró en cuatro casos específicos, pese a que durante la investigación surgió más de un centenar de denuncias civiles. Varias de esas acciones siguen su curso fuera del ámbito penal, lo que mantiene abierto el frente legal del productor, aunque ya no enfrenta nuevos cargos criminales dentro de este proceso federal. (I)