El norte de Brasil está experimentando un repentino flujo de gente de Venezuela, una nación vecina que vive una turbulencia política y económica, dijo el lunes el alcalde de la ciudad de Manaos, Arthur Neto.
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El alcalde dijo que al menos 355 venezolanos, en su mayoría del grupo indígena warao, establecieron campamentos en la ciudad amazónica de dos millones de habitantes.
El norte de Brasil está experimentando un repentino flujo de gente de Venezuela, una nación vecina que vive una turbulencia política y económica, dijo el lunes el alcalde de la ciudad de Manaos, Arthur Neto.
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Al menos 430 pozos tuvieron que cerrar debido a los problemas con las tuberías del SOTE y el OCP, según reporte oficial. Los oleoductos siguen suspendidos.
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