“Finalmente, Ligia Magdalena es rescatada, la liberación de una voluminosa cantidad de escombros y la explosión de emociones que experimenta su alma al salir de las ruinas, con su cuerpo debilitado, pero con un espíritu que se encuentra fortalecido. La fragilidad humana y la resiliencia se hacen evidentes, mientras ella comienza nuevamente, física y emocionalmente, de regreso a la luz”.