En varias zonas de Imbabura, los manifestantes impiden la apertura de comercios y este fin de semana se agudizó el problema de abastecimiento de bombonas de gas de uso doméstico.

La televisora Ecuavisa reportó que en la ciudad de Otavalo la entrega de bombonas de ese producto “se ha convertido en una herramienta de presión”, pues dirigentes del cabildo quichua de Otavalo “restringen la venta a quienes no participan de las protestas”.

Bajo la condición del anonimato por temor a represalias, líderes barriales dijeron a Ecuavisa que dirigentes del cabildo emiten salvoconductos para que pasen los camiones para cargar los cilindros, y cuando regresan lo distribuyen primero a las comunidades y “lo que sobra hacen llegar el casco urbano”.

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Solo el pasado viernes, desde la planta envasadora de Ibarra se despacharon 2.100 bombonas para Otavalo; pero, cuando los camiones ingresan en la ciudad, “son intervenidos por comuneros”, anotó la televisora, que presentó imágenes de una decena de camiones con gas ingresando en una comunidad indígena, mientras en barrios urbanos los habitantes hacen filas de hasta cinco horas para conseguir una bombona.

Cuando llegan, solo se vende a quienes apoyan el paro y constan en un listado”, dijo antes de presentar el testimonio de Mesías Flores, presidente de la Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura, señalando que no se dará atención a quienes los han insultando.

Por otra parte, quienes desean trasladarse de Imbabura a Quito deben buscar vías alternas y realizar varios transbordos, como Jhonny, un empresario de Ibarra (capital provincial), quien comentó a EFE que debió tomar tres autobuses y desviarse por otras provincias hasta llegar a Quito luego de dieciséis horas de viaje, cuando en condiciones normales el trayecto se cumple en unas tres horas. (I)